Colunga sale al rescate

La suerte que echaba en falta Lucas Alcaraz para su equipo apareció ayer en Huelva. Y le dio las gracias. Casi sin quererlo, el Recre se llevó un partido que pintaba de color rojillo, pero que entre los errores de Dady y Mejuto cambió al azul y blanco para bien de la ansiosa parroquia local. El caboverdiano mandó el balón fuera con Riesgo por los suelos y fuera del área. Y él mismo se fabricó un penalti que el colegiado no vio o no quiso señalar. Lo suficiente para condenar a Osasuna a lo más hondo de la tabla y dar un respiro al Recre, que salió vivo gracias a un gol de Colunga a poco del final. El asturiano ha puesto en hora su reloj.

El partido demostró que ambos equipos no están abajo por casualidad. Cada uno por diversas causas. Los locales apenas crearon fútbol y mucho menos llevaron peligro. Le cuesta un mundo que el balón llegue en condiciones a los delanteros y sólo con la salida de Javi Guerrero el último pase fue perfecto. Osasuna, en cambio, tiene un serio problema ante la meta contraria. Necesita infinidad de ocasiones para marcar y ya no le sirve ni con tener la puerta vacía. Si ayer no marcó en el Nuevo Colombino...

Entre Plasil y Nekounam se fabricaron el 0-1, pero el primero erró solo ante Riesgo tras una contra de manual llevada por Font y el iraní no encontró buena dirección a sus remates de cabeza. Parecía que en cualquier momento llegaría el gol navarro y la afición onubense se temió lo peor. En el duelo entre penúltimo y último, su equipo era el peor. Y con razones. El único ataque albiazul con sentido lo llevó Lamas en un par de remates a balón parado. Poco bagaje para soñar con la salvación.

Pero la suerte cambió para el equipo de Alcaraz. Esa suerte que aún no había aparecido llegó como agua de mayo. Primero con un penalti no señalado a Dady, en el que quizás Mejuto recordó aquella otra pena máxima que tampoco vio en el Pizjuán a favor del Recre. Y después con un error incomprensible del caboverdiano. El delantero lo hizo todo bien menos lo esencial, y lo más fácil: mandar a la red el balón.

Ese fallo alertó al Recre, que se veía perdido y con la soga al cuello. Los onubenses pensaron que con lo mal que lo estaban haciendo el partido sólo estaba empatado y que en cualquier despiste de la zaga rojilla Colunga podía sacar a relucir su calidad. Y lo hizo, casi por sorpresa. El asturiano aprovechó a la perfección un certero pase de Javi Guerrero para batir por bajo a Roberto. Ya lleva cuatro y ahora sí que muchos agradecen su fichaje.

El gol significó la puntilla para Osasuna, incapaz después de repetir lo mostrado hasta ese momento y le condena al farolillo rojo. El Recre asoma la cabeza poco a poco. Ahora se respira en Huelva con más facilidad.

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