El fútbol argelino se sobrepuso a una grave crisis de casi dos décadas de duración, pero ha conseguido volver a la élite gracias a una estupenda generación que se encuentra ante una oportunidad muy buena de ser campeona de África 27 años después. El belga Leekens comanda un conjunto que ya estuvo en el último Mundial y además compitió de maravilla llegando a poner contra las cuerdas a la mismísima Alemania, campeona del mundo. Con un ataque de verdadera enjundia y repleto de estrellas del fútbol europeo, lo mínimo exigible para los argelinos es que estén peleando el título y no caigan tan pronto como en la última edición, en la que dijeron adiós al torneo en cuartos. Conjunto excelente y con jugadores importantes incluso en la Champions (Ghoulam, Brahimi, Mahrez, Slimani, Ghezzal...), le ha llegado el momento de demostrar que puede ser el mejor conjunto del continente.
Ya dirigió a Argelia de manera breve en 2003 y vuelve ahora a hacerse con el cargo en una época bastante mejor en cuanto a jugadores y posibilidades. Ha pasado por los mejores conjuntos de su país, Bélgica, y también por la selección y por otras como la de Túnez. Experiencia y perfil medio, justo lo que querían los argelinos.
Mejor jugador de la pasada Premier, esta temporada está a un nivel mucho más discreto -como todo su equipo- pero le alcanza aún así para ser una de las indiscutibles estrellas de la Copa de África. Zurdo exquisito, siempre parte desde la derecha y, si está bien, es el jugador más desequilibrante del torneo.
Atrás parecen los mejores días de Túnez como selección, un conjunto que estuvo en Mundiales y muy arriba en Copas de África con esa característica innata suya de saber competir muy bien. Pero se fueron varios jugadores importantes de la última generación y la venidera no está siendo igual de exitosa. De hecho, lleva dos Mundiales sin acudir y varias Copas de África completando un papel bastante discreto. En la reconstrucción del modelo está ahora mismo el foco de trabajo del polaco Kasperczak, quien ha regresado al fútbol tunecino con la intención de volver a construir una Túnez que esté entre las mejores. Sin embargo, la cada vez menor presencia de jugadores tunecinos en el fútbol europeo es el mejor ejemplo de que su nivel ha decaído. Le quedan Khazri, Msakni, jugadores que deberán ser clave si Túnez quiere hacer algo.
Todo un veterano y con gran trayectoria en el fútbol africano, ya sabe lo que es ser segundo de la Copa de África con Túnez (también tercero con Costa de Marfil y cuarto con Mali). Por eso la federación tunecina apostó por él, porque sabe que con su veteranía puede enseñar muchas cosas a un bloque por lo general bastante joven.
El jugador más caro de la historia en el traspaso entre un club africano y uno no africano, se marchó muy joven a Qatar a ganar dinero en el Lekhwiya después de una irrupción fantástica en el Esperance y en el fútbol de su continente. Calidad técnica y magia en sus botas, parece mantener el buen nivel pese a no jugar en la élite.
Lleva tiempo Senegal siendo el equipo africano que con más facilidad produce delanteros de primer nivel, también en esta ocasión. No le ha servido eso para tener mejores resultados en sus últimos campeonatos, pero todo el mundo coincide en que si encuentra el equilibrio entre defensa y ataque puede ser uno de los mejores equipos del Continente. En eso trabaja el exjugador y ahora seleccionador Aliou Cissé, que desde hace dos años trata de dar con la tecla para que su país rinda por fin como de él se espera. La presencia de Mané (Liverpool), Diouf (Stoke), Sow (Fenerbahçe), Konaté (Sion) o Keita Baldé (Lazio) asegura un potencial en ataque que necesita refrendarse atrás. Quizá Gueye, del Everton, puede ser ese jugador que sujete toda la colección de estupendos futbolistas que, una vez más, y eso también cuenta, vuelven a estar en el grupo más duro de toda la Copa de África.
Defensa o mediocentro defensivo en su época como jugador, a los 38 años le dio la federación de Senegal la oportunidad de dirigir a la selección que tantas veces defendió como futbolista. El reto no es sencillo, pero, pese a su inexperiencia, él entiende perfectamente las cuestionen que atañen a un vestuario en el que hace poco convivió.
Jugador fascinante en cuanto a desequilibrio y velocidad, lo fichó el Liverpool el pasado verano del Southampton y con Klopp ha hecho un muy buen arranque de campeonato. Igual había ocurrido con los 'Saints' y anteriormente en el Salzburgo, su primer club en Europa. Un jugador fantástico, de los mejores del torneo sin duda.
Jugar la fase de clasificación en uno de los grupos más fáciles de todos (Suazilandia, Guinea y Malawi fueron sus rivales) hizo que Zimbabue se metiera en una Copa de África por tercera vez en su historia y de manera muy meritoria. Sus anteriores participaciones fueron en 2004 y 2006 y en ninguna de ellas pudo superar la fase de grupos. Esta vez, con Argelia, Túnez y Senegal como rivales, parece prácticamente imposible que puede superar tampoco el primer escollo, aunque la realidad es que ha mejorado mucho en cuanto a orden y conceptos defensivos. Sus 13 millones de habitantes no son demasiados para un Continente como el africano, pero aún así no es excusa para la apenas inexistente historia que ha tenido Zimbabue dentro del panorama futbolístico de su región. Las dos reseñadas presencias en Copas de África en la anterior década son sus únicas participaciones en la élite. Esta será la tercera, aunque con visos de poder ser igualmente testimonial.
Tres años exitosos en el conjunto local Dynamos Football Club le dieron la oportunidad de enrolarse en la selección de su país, primero como técnico Sub-23 y luego en la absoluta. Pasuwa ha cumplido con las expectativas y ha clasificado, contra todo pronóstico, a Zimbabue para una Copa de África, la tercera de su historia. Toda una gesta.
Fue fundamental en la conquista de la Champions de África con el Mamelodi sudafricano y ofensivamente es el activo más peligroso de su selección. Se forjó en el Ajax de Ciudad del Cabo, pero donde se ha hecho estrella ha sido en Mamelodi, siempre dentro del fútbol de Sudáfrica. Un jugador interesante para los zimbabuenses.
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