La chispa surgió en cuanto los dos comensales de pelo rubio pisaron el plató de First Dates: Ian, un surfista neozelandés con una pegadiza sonrisa y Carlota, una chica aventurera con unos ojos hipnotizantes, conectaron en cuanto Sobera les presentó en el Dating Show. Ian, que reconocía en la entrevista que era tímido con las chicas, nunca hubiera imaginado lo que iba a suceder esa noche.

Lo cierto es que las expectativas principales para los espectadores de First Dates apuntaban a una cita triunfal: ambos comensales coincidían que sus pasiones eran viajar y hacer deporte. Él, que había ido a First Dates porque era tímido para presentarse a las chicas, y ella, que había asistido al Dating Show porque no tiene "tiempo para conocer hombres", tenían todas las de ganar para encajar al dedillo como pareja.

El momento culmen de la noche surgió cuando decidieron preguntarse qué era lo que más les gustaba del otro. Ian reconoció educadamente que se había enamorado de sus ojos, y la respuesta de Carlota fue lo que impactó tanto al propio Ian como a los espectadores de First Dates: "Va a sonar raro, pero encanta tu vena", dijo la comensal. 

Y la cosa no acabó ahí. Llegado el momento de los papelitos, a Ian le tocó el de "dar un beso en la parte que más te guste de ella". Él no tuvo duda: fue directo a darle un tímido beso en los labios. Sin embargo, Carlota seguía empeñada en su brazo: "Yo voy a la vena", admitió mientras se lanzaba a besarla sin vergüenza.

La decisión final surgió como se esperaba. Después de que Ian admitiera que había sentido conexión y que eso era lo más importante, ambos decidieron que se darían una segunda oportunidad.