La variante XE es fruto de la combinación de Ómicron y su subvariante BA.2, también conocida como Ómicron silenciosa. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ya ha anunciado que XE es un 10% más contagiosa que Ómicron, pero en España, de momento, tan solo se han registrado cinco casos, según el Ministerio de Sanidad.

De momento, la BA.2 sigue siendo la variante dominante en nuestro país: de acuerdo con los datos ofrecidos por Sanidad, la presencia de la Ómicron silenciosa, que varía en función de las comunidades autónomas, está entre el 59% y el 96,8%. Si XE acaba desplazando a BA.2, ¿cómo podría afectar a España?

Hace unas semanas, María del Mar Tomás, portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc), habló para Redacción Médica y aseguró que es probable que la variante XE “no llegue a circular tanto como otras”, ya que “tampoco se diagnostica ni se secuencia igual que antes”. Desde el pasado 28 de marzo el diagnóstico de casos COVID se limita a la población vulnerable: mayores de 60 años, mujeres embarazadas e inmunodeprimidos. Por ello, “si la sintomatología sigue siendo la misma que en anteriores variantes, parecida a un resfriado, pasará desapercibida", señala la experta.

En todo caso, Tomás hizo un llamamiento a la prudencia y explicó que "con esta nueva variante se debe estar en alerta pero sin asustar". El alarmismo procede de Reino Unido, país en el que se detectó XE por primera vez y, según la Agencia de Seguridad Sanitaria (UKSHA por su siglas en inglés), a 22 de abril hay 1.294 casos de XE. "Reino Unido secuencia mucho, pero también es un país cuyas medidas de prevención terminaron drásticamente", indicó la experta.

¿Podría traer XE una nueva ola?

Tomás indicó que "teniendo en cuenta los primeros estudios sobre la sintomatología de la variante XE, es muy probable que esta no tenga un gran impacto social" y que” si la XE no tiene impacto en la presión hospitalaria, no tendrá gran relevancia clínica", por lo que “es probable que no se produzca una nueva ola COVID con esta variante".

Las claves se encuentran en la sintomatología y el impacto clínico. “Las próximas variantes que surjan serán más transmisibles pero menos patogénicas", indica la experta. Por ello, las nuevas variantes "tendrán más capacidad de supervivencia, pero si clínicamente no tiene impacto, estaremos continuamente reifectándonos pero sin darnos cuenta, como otros coronavirus respiratorios".

En todo caso, Tomás sigue pidiendo prudencia y cree “conveniente que en ciertos entornos, como hospitales, residencias y siempre que se trate con personas vulnerables, la mascarilla nunca se deba de quitar".