El conflicto bélico en Ucrania ha traido consigo consecuencias económicas que, desde hace varios días, se ha reflejado en un incremento de los precios de varios productos, materias primas y servicios de primera necesidad. La luz, los carburantes, el aceite de girasol, o los cereales son solo algunos de ellos.

Ante esta tendencia al alza de los precios, el Gobierno de España anunció un plan de choque con medidas para aquellos sectores que se han visto más afectados por el impacto de la guerra. En cuando al 'efecto papel higiénico' que se ha producido con el aceite de girasol en algunos supermercados (cadenas como Mercadona, Consum y Makro racionaron su venta), el Ejecutivo ha querido trasladar un mensaje claro al respecto.

Sobre esta cuestión el Ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, aseguró que en España no se encuentra en un escenario de desabastecimiento alimentario. "Tenemos un nivel altísimo de abastecimiento alimentario y es un motivo de orgullo. Tenemos un nivel de autonomía alimentaria que me permite decir que no hay ningún problema de desabastecimiento", expuso en los desayunos informativos de 'Europa Press'.

Por otro lado, Moncloa asegura en un comunicado que España, en 2021, fue el cuarto país exportador de productos agroalimentarios de la Unión Europea y el octavo del mundo, con unas cifras que alcanzaron los 60.000 millones de euros. Por otra parte, Planas mencionó la posibilidad de levantar las restricciones a las importaciones de algunos productos para compensar las dificultades de importarlos desde Ucrania.

Es el caso del maíz, que en lugar del mercado ucraniano, podría proceder o bien de Argentina o bien de Estados Unidos. España es uno de los principales países importadores de la UE de maíz, aceite de girasol, tortas de aceites vegetales y trigo ucraniano. De hecho, importa hasta un 22% del maíz procedente de Ucrania.

La OCU advierte: "No hay motivo para la alarma"

Debido a la compra compulsiva de productos como el aceite de girasol, que en algunos supermercados ha alcanzado un precio que supera los dos euros el litro, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha advertido sobre los riesgos de una compra desmesurada de este producto por parte de la población para almacenarlo a gran escala en sus domicilios.

"No hay motivo para la alarma, para temer un desabastecimiento de aceite de girasolni de otros productos. El aceite que ahora se está vendiendo procede de la cosecha de girasol del verano, antes de la guerra. Una posible falta de aceite de girasol no se producirá hasta el próximo año", argumentó la OCU en su comunicado. Además, explican que almacenar grandes cantidades "no tiene sentido", debido a la pérdida de calidad y propiedades.

Por otra parte, ha avisado a los supermercados sobre el 'efecto rebote' que tendría limitar la venta de aceite de girasol, que no sería otra que el aumento de los precios. "Algunos establecimientos han limitado el número de botellas a la venta: no hay motivo para ninguna de estas actuaciones. Limitar la venta de aceite puede tener un efecto contraproducente", expresó la organización.

El orujo de oliva, alternativa al aceite de girasol

En el supuesto caso de que haya problemas de abastecimiento con el aceite de girasol, o se agoten existencias, los expertos aconsejan el uso del orujo de oliva en las cocinas y en la hostelería. Sobre este tipo de aceite, destacan sus múltiples propiedades y beneficios que hacen de este aceite el segundo mejor del mundo, junto con el aceite de oliva, según Oriva.

Un aceite que contiene ácido monoinsaturado oleico, que reduce el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares. Según investigadores del CSIC, también contiene ácido oleanólico, que tiene propiedades antitrombóticas, y presenta compuestos que hacen de este aceite el más indicado para las frituras, en comparación al aceite de girasol, debido a una mayor resistencia y a sus propiedades hipotensoras, antidiabéticas y antiinflamatorias.

En supermercados como Carrefour, la botella de litro del aceite de orujo de oliva se encuentra a 2,09 euros la unidad.