Después de varias semanas de tensión en la frontera que divide Rusia y Ucrania, en la madrugada del jueves 24 de febrero, el presidente ruso, Vladimir Putin, ordenó una invasión masiva contra Ucrania. El conflicto bélico entre ambos países ha provocado un gran estupor en el mundo entero, sobre todo, por las consecuencias económicas que pueden acarrear.

Una de las sanciones económicas que se han impuesto a Rusia por la invasión de Ucrania ha sido su expulsión de la Society for World Interbank Financial Telecommunication (SWIFT). Esta sociedad internacional es un sistema de mensajería interbancario que utilizan miles de entidades de cualquier ámbito, tanto financieras como no financieras, para el envío de mensajes sobre pagos realizados de forma segura. Al echar a Rusia de esta red de pagos, se "asegurará que determinados bancos rusos estén desconectados del sistema financiero internacional y dañará su capacidad de operar globalmente", según indica un comunicado de Estados Unidos.

No obstante, las sanciones económicas impuestas al país presidido por Putin, al igual que la guerra, provocan un efecto dominó que afecta tanto a Rusia como a los países que las imponen. Por ello, durante las próximas semanas experimentaremos una subida de precios de algunos productos.

Los cereales o la carne

Una de las principales consecuencias de la guerra suele ser el desabastecimiento de los cereales, y esto nos afecta más de lo que puedas pensar. El trigo y el maíz son importantes, ya no solo para la elaboración de ciertos productos y alimentos, sino también en la alimentación de muchos animales que acabamos comprando en la carnicería.

El informe realizado por el Instituto de Comercio Exterior (ICEX) señala que, en 2020, el 42,2% del cereal importado por España provenía de Ucrania. Hasta el momento, no ha habido escasez de suministros, pero el riesgo está ahí. Además, a pesar de que no haya un desabastecimiento, el precio de las materias primas está aumentando.

También hay que tener en cuenta que España es uno de los mayores productores de pienso de Europa, pero para elaborarlo hace falta poder mezclar los cereales con aceites. Estos productos, al igual que el pienso, la leche, los huevos, la carne o el pan, han subido su precio. Lo que provoca que la cesta de la compra sea cada vez más cara.

Aceite de girasol

Otro de los productos afectados por el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania es el aceite de girasol. El país presidido por Volodímir Zelenski es el principal proveedor de aceite de girasol de España, por lo que no solo podría escasear en las próximas semanas, sino que también subirá su precio y el de las materias primas con las que se elabora.

La luz y los carburantes

Durante el último año, España ha sufrido un aumento de los precios de la luz y de los carburantes, pero la guerra en Ucrania ha provocado que los precios sigan disparándose. El pasado jueves 24 de febrero, cuando comenzó la invasión, el precio del barril del de petróleo se disparó, dado que Rusia es uno de los principales productores de petróleo del mundo. Once días después, el precio de la gasolina en España se sitúa en los 1,608 euros el litro y el gasóleo a 1,496 euros.

A diferencia de la mayoría de países de Europa, el gas que recibe España de Rusia solo representa el 10% del total. Sin embargo, la posibilidad de que Rusia cierre la exportación de gas ha provocado que el precio del gas suba, lo que conlleva a un aumento del precio de la electricidad. Sin irnos muy lejos, podemos apreciar como este domingo, el precio de la electricidad en España ha pulverizado su máximo histórico y se ha situado en los 442 euros el megavatio.