Alrededor de medio millón de personas se han visto afectadas por la COVID persistente en España; es decir, un 10% de los infectados. Sin embargo, muy pocos saben que lo padecen. La mayoría de los que sufren esta afección no relacionan los diferentes síntomas, casi todos leves, que tienen desde hace meses con haber pasado el virus.

Por ello, los sanitarios (médicos de atención primaria, enfermeros, psicólogos y farmacéuticos) han ideado una iniciativa para luchar contra este problema. Entre todos, han redactado un documento, el 'Consenso para el abordaje de pacientes con síntomas leves de COVID persistente' en el que recomiendan cómo actuar ante la COVID, una enfermedad con más preguntas que certezas.

En el escrito, los autores definen esta afección, la COVID persistente, como aquella en la que la sintomatología tiene una relación causal y temporal con el diagnóstico de una infección previa del virus. Existen más de 200 síntomas de esta enfermedad y, aunque la gran mayoría carecen de gravedad, se alargan una media de seis meses. Hay algunos que, incluso, pueden quedarse indefinidamente: palpitaciones, síncopes, taquicardias, febrícula, escalofríos, malestar general, anorexia o trastornos neurológicos (cefaleas, ansiedad, fobias...).

Aunque son leves, estos síntomas afectan a la rutina de los enfermos y pueden llegar a agravarse. María Eugenia Díez, coordinadora del colectivo COVID persistente en Madrid, explica a Telecinco que es "fundamental el abordaje integral" de esta enfermedad e incide en que normalmente los problemas vienen tras superar la COVID, y no durante la misma.

Repercusiones en la salud mental

Al no existir una definición consensuada para esta afección en nuestro país, solo 3.000 de las 500.000 personas que podrían padecer la COVID persistente están diagnosticadas con ella. Navidad Sánchez, de la Sociedad Española de Farmacia Clínica, Familiar y Comunitaria (SEFAC) que las farmacias pueden detectar quiénes han pasado el virus y tienen síntomas compatibles con ello, como la tos, el cansancio, el dolor muscular o la caída del cabello.

Por su parte, la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) señala que ha centrado sus esfuerzos durante esta pandemia en "conseguir conocer más esta nueva enfermedad y así poder ayudar a los afectados". Su vicepresidenta, la doctora Rodríguez Ledo, advierte que los enfermos "siguen estando desamparados y sujetos a una gran variabilidad en la atención que reciben". Además, concluye que estos síntomas terminan teniendo repercusión en la salud mental de los enfermos, por lo que suponen uno de los retos sanitarios más importantes en la atención primaria para los próximos años.