CORONAVIRUS

¿Por qué no hay una vacuna contra el coronavirus para las mascotas?

Los expertos no consideran necesario que los animales de compañía reciban la inyección debido a que rara vez enferman y no son un factor de riesgo en la propagación.

0
¿Por qué no hay una vacuna contra el coronavirus para las mascotas?
Maja Hitij EFE

Las autoridades sanitarias de todo el mundo siguen trabajando a pleno rendimiento en el objetivo de vacunar a sus ciudadanos contra el coronavirus. En esta campaña que se desarrolla en todos los rincones del planeta incluso algunos animales han recibido la inyección, como ha sucedido en los zoológicos de Estados Unidos, donde se ha estado aplicando una vacuna experimental desarrollada por la compañía Zoetis en determinadas especies.

Sin embargo, los expertos no han considerado por el momento que sea necesario inmunizar a los perros y a los gatos domésticos, a pesar de que las fórmulas administradas en los animales de los zoológicos fueron diseñadas originalmente para estas mascotas.

La razón de que se haya optado por vacunar a animales que residen en el zoo, como a los grandes felinos o los primates, y no a los perros y los gatos, es que los primeros se han mostrado más susceptibles a la enfermedad. Las mascotas también pueden contraer el virus, pero los datos que han ido obteniendo los científicos han revelado que apenas les afecta.

Baja afectación en los animales de compañía

Y es que los perros y los gatos rara vez enferman por la COVID y además desempeñan un papel mínimo o nulo en la expansión del virus. “El riesgo de propagación de la enfermedad y de que los animales domésticos enfermen es tan bajo que no valdría la pena aplicar ninguna vacuna”, explica Will Sander, veterinario de la Universidad de Illinois Urbana-Champaign, en el medio estadounidense The New York Times.

Los expertos señalan que no existen evidencias de que los perros o los gatos transmitan el coronavirus a los seres humanos y las pruebas acumuladas apuntan a que los animales de este tipo que contraen el virus se contagian por su contacto con los humanos y no porque se transmita entre ellos. “Creemos que si no hay personas enfermas a su alrededor, no podrían seguir propagándolo de animal a animal: no seguiría existiendo en su población”, afirma Jeanette O’Quin, veterinaria de la Universidad Estatal de Ohio, en The New York Times.

En el caso de que la mascota enferme, los síntomas habituales que presentan son leves y pueden incluir letargo, tos, estornudos, secreción nasal o diarrea. No obstante, suelen recuperarse sin dificultad y no suponen un riego para las personas. Por todo ello, se ha descartado por el momento que sea conveniente que sean inmunizados con vacunas.