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¿A cuántas personas conoces en todo el planeta? Así funciona la teoría de los seis grados de separación

Según esta teoría, es posible contactar con cualquier persona del mundo con apenas cinco personas de intermediarias. Fue ideada en el año 1930.

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¿A cuántas personas conoces en todo el planeta? Así funciona la teoría de los seis grados de separación
Pixabay

A lo largo de toda una vida tenemos la ocasión de conocer a cientos de personas. Las primeras amistades de colegio, el paso a estudios superiores, los compañeros de trabajo o amistades surgidas de diversas maneras van formando nuestro núcleo de amistades durante nuestra vida. Ahora, en esta época interconectada con la era de Internet las relaciones incluso son todavía mayores.

Al respecto de cuánta gente podemos conocer en la vida, la Teoría de los Seis Grados establece la posibilidad de contactar con cualquiera de los más de 7.700 millones de personas de todo el mundo usando un máximo de cinco contactos. Esta teoría tiene ya más de 90 años y fue formulada por el escritor de origen húngaro Frigyes Karinthy en su cuento Cadenas.

Teoría de los Seis Grados

¿Es posible demostrarla? Es algo que han hecho grandes entidades como Facebook e IBM, y algunos expertos consideran que, en este mundo masivamente interconectado, es posible reducir de los seis grados iniciales a cuatro. En estos seis grados entra también el destinatario, que sería el eslabón último de la cadena.

Antes de la llegada de internet y las redes sociales, la teoría partía de que cada persona conoce, de media, a unas 50 o 100 personas (familiares, amigos, conocidos...). Esta cifra, con el auge de las nuevas tecnologías, ha crecido. Siguiendo con la teoría y tomando de referencia un total de 100 amistades, cada una de ellas tendrá otras 100: con apenas dos grados (amigos y amigos de amigos) ya se puede contactar con 10.000 personas.

El tercer grado supone un importante salto en el número de personas a contactar: los 10.000 contactos previos conocen cada uno a 100 personas, lo que da como resultado un millón. De ahí a los 100 millones en el cuarto nivel, 10.000 millones (superando el total de habitantes terrestres) en el quinto un billón de personas en el sexto y último nivel.

Carencias de la teoría

Pero, por supuesto, también cuenta con algunos puntos débiles. El primero de ellos es el supuesto de que cada persona conoce a 100 personas diferentes a las del resto de familiares y amigos, algo imposible de llevar a la práctica, pues hay muchos que son comunes. Pero como en total se alcanza el billón de personas y no hay tantos habitantes en la Tierra, eliminando a amigos comunes se podría seguir dentro de la cifra estipulada.

Otro aspecto a tener en cuenta es que la mayoría de personas cuenta con más de 100 contactos, y estas relaciones no se quedan en lo local, sino que alcanza un grado a nivel mundial. Además, es posible que algún miembro de la cadena se niegue a buscar a sus contactos, por lo que sería imposible de llevar a la práctica.

El intento de IBM y el MIT

La teoría no surgió hasta el siglo XX, cuando comenzó a globalizarse en mundo con el tren, los barcos, los aviones o el teléfono, que permitieron el hecho de poder conectarse con personas de los rincones más lejanos del planeta. Antes hubiera sido una utopía. Karinthy, en su cuento Cadenas plantea una apuesta a sus amigos: podría relacionarse con cualquiera de los 1.500 millones de habitantes de entonces (1930) con apenas cinco contactos.

"Yo conozco a un amigo que es aficionado al tenis, que conoce a una persona que juega al tenis con el director de un torneo internacional que conoce al Rey de Suecia, aficionado al tenis, y que también conoce al último Premio Nobel de Literatura, porque le ha entregado el premio. Así que yo podría contactar con el Premio Nobel de Literatura", aseguraba.

Años más tarde, en los 50, el académico Ithiel de Sola Pool, del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), y el matemático Manfred Kochen, de IBM, trataron de demostrar esta teoría empleando ordenadores de su época. Sin embargo, después de varios años en los que las ecuaciones matemáticas no daban con una solución, lo dejaron. Las variables eran muchas: un número indeterminado de personas que no tienen conocidos, o tienen muy pocos, las poblaciones que hay aisladas, o la influencia que tiene que una persona sea más o menos conocida.

¿Cuatro grados en lugar de seis?

El incremento de la conectividad gracias a internet ha hecho que muchos apuesten por cuatro grados en lugar de seis. Uno de los que apuestan por esta alternativa es Facebook. La red social de Mark Zuckerberg intentó demostrar a teoría en el año 2011 a través de su estudio Anatomía de Facebook. En él, conecto a los amigos de los 721 millones de usuarios de entonces (un 10% de la población mundial) para ver cómo se conectaban entre sí: el 99,5% de ellos se conectaban con apenas cinco grados de separación.

Más tarde, en 2016 y con una base de datos de 1.600 millones de usuarios, los grados de conexión bajó a 4,5. Por su parte, la Universidad de Milán llevó a cabo un estudio similar en otras redes sociales: los grados de separación fueron de 4,67 en Twitter y de 3 en LinkedIn.