Marta del Castillo desapareció en Sevilla el 24 de enero de 2009. Salió de casa, quedó con su ex novio, y nunca más se supo. En la cárcel por su desaparición y asesinato está Miguel Carcaño, quien tenía restos de sangre de la menor de 17 años en su ropa. Fue condenado a 21 años y 3 meses de cárcel y no saldrá hasta haber cumplido tres cuartas partes de la condena. También fue arrestado el hermano de Carcaño, Francisco Javier Delgado Moreno. Y la novia de éste último, María García Mendaro que está en libertad condicional. También se detuvo a un amigo de los dos acusados, llamado Javier García Marín, alias "El Cuco", menor de edad cuando ocurrió todo.

Gracias a la serie documental de Netflix y Cuarzo, “¿Dónde está Marta?”, se ha podido saber que la Policía y los forenses no tuvieron en cuenta un detalle que ahora puede ser clave gracias a la tecnología actual: la geolocalización de los teléfonos móviles, que aunque en 2009 pudiera haber sido útil, ahora es muchísimo más precisa.

Ampliar

Un detalle que podría reabrir

Lo descubierto por el documental tras año y medio de investigación, ha permitido que el juzgado de instrucción número 4 de Sevilla haya entregado a un perito judicial una serie de pruebas para analizar, entre ellas el teléfono móvil de Miguel Carcaño.

El juez ha requerido a todas las compañías telefónicas los datos de los teléfonos de los implicados, que podrían servir para reconstruir con el máximo detalle los movimientos de los implicados, algo que no se había hecho antes.

“Todas las nuevas pruebas han sido aportadas judicialmente para que sean valoradas por quienes corresponde. Queremos ser muy prudentes con esto, la serie llega hasta aquí, pero dices, ¿qué habría pasado si esto se hubiera analizado en su día?", se pregunta la productora ejecutiva Marga Luis a Nius Diario.