Caso Alcàsser: buscan ADN de las niñas en el coche de Miguel Ricart
Según 'Las Provincias', agentes especializados de la Guardia Civil usarán la ultima tecnología forense para afianzar la acusación contra Antonio Anglés.
Varios agentes del Equipo Central de Inspecciones Oculares (ECIO) del Servicio de Criminalística de la Guardia Civil se desplazaron el lunes desde Madrid para comenzar el análisis del vehículo en busca de rastros biológicos de Míriam, Toñi y Desirée, las tres menores asesinadas el 13 de noviembre de 1992 en un paraje montañoso del término municipal de Tous, en la partida de la Romana.
Esta nueva investigación, que se realizará con las últimas técnicas forenses de revelado de sangre y otros fluidos orgánicos, podría reforzar la acusación contra Antonio Anglés, el presunto autor material de los asesinatos, que sigue siendo hoy todavía uno de los fugitivos más buscados por Interpol.
Investigación de un segundo vehículo
Además del Opel Corsa, los especialistas también inspeccionarán un Seat Ronda, otro de los vehículos utilizados por los asesinos, en cumplimiento de una orden dictada por Elisa Fort, la jueza que recibió el traspaso del caso Alcàsser. Los dos coches han sido trasladados desde el depósito judicial de vehículos de Valencia, situado en Cheste, al cuartel de la Guardia Civil Almussafes, donde está previsto que este miércoles concluya el examen.
Asimismo, la magistrada ordenó también el análisis de más de 50 pelos, descartados en los estudios genéticos realizados en aquel momento, ante la falta de pruebas de ADN que incriminen a Anglés. La Guardia Civil no halló en 1993 restos genéticos que sitúen a las menores en el Opel Corsa, por lo que la Asociación Laxshmi, para la Lucha contra el Crimen y la Prevención, solicitó nuevos análisis cuyos resultados podrían permitir llevarle a juicio, en el caso de que esté vivo, antes de que prescriba el crimen: el 14 de diciembre de 2029.
Cuando se inspeccionaron tanto el Opel Corsa como el Seat Ronda después del triple crimen, los especialistas recogieron 165 pelos que fueron analizados, pero solo se pudo extraer ADN de siete, según consta en el sumario, y ninguno de ellos pertenecía a las niñas.