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¿Para qué sirve la moneda de los carritos de la compra en el supermercado?

Te contamos por qué tenemos que dar una moneda cada vez que queramos coger un carrito de la compra en un supermercado. La razón te sorprenderá

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¿Para qué sirve la moneda de los carritos de la compra en el supermercado?

Cada vez que vamos a hacer la compra al supermercado vemos la fila interminable de carritos unidos por una cadena y que solo insertando una moneda en el dispositivo especial que todos llevan se liberan para nosotros. Pero, ¿por qué tenemos que dar esa moneda si luego nos la devolverán? ¿es para que no roben los carritos?

La moneda del carrito de la compra: ¿por qué la usamos?

Todos nos hemos preguntado alguna vez en nuestra vida, tras dejar el carrito, por qué tenemos que dar una moneda si luego volverá a nuestro bolsillo. Muchos han pensado que es una manera para que la gente no robe los carritos, pero la realidad es que este elemento indispensable en los supermercados vale mucho más que la moneda. 

La realidad de este gesto tiene que ver más con la psique humana, con sus valores de educación y civismo, que con cualquier teoría económica. Cuando abrieron los primeros supermercados los carritos de la compra eran gratuitos. La gente podía cogerlos sin tener que desembolsar una moneda. Esto causaba varios problemas ya que cuando terminaban de hacer la compra, la mayoría de personas dejaba sus carritos por dondequiera que estuviesen sin importar el sitio o la afluencia de clientes. Otros no dudaban en dejarlo en el párking del centro comercial sin preocuparse por si se dejaba en la calzada, estorbando la circulación de los conductores.

¿Cuál fue la solución a este pequeño-gran problema de educación y sentido común? Los supermercados impusieron un sistema de monedas a modo de "alquiler" de los carritos. De esta forma, los clientes no tienen más remedio que volver a dejar el carrito donde lo cogieron si quieren que la moneda vuelva a su bolsillo, evitando cualquier problema dentro del supermercado o párking.

¿Por qué monedas de cincuenta céntimos, un euro o dos?

En un principio los supermercados probaron con monedas pequeñas de 10 y 20 céntimos, pero al ser de un valor tan pequeño a la gente no le importaba no volver a contar con ellas. El problema del caos de carritos seguía sin resolverse. Con monedas de cincuenta céntimos, uno o dos euros la gente parece estar más motivada para volver a colocar en su sitio el carrito.