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El río más radiactivo del mundo

El Techa, que fluye por el oriente de los Montes Urales (Rusia), es peligroso porque se vertieron 76 millones de toneladas de aguas residuales radiactivas.

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El río más radiactivo del mundo
Ural-66 Wikimedia Commons

El río Techa, que fluye por el oriente de los Montes Urales, en Rusia, es considerado como el más radiactivo del mundo debido a que se han vertido casi 80 millones de toneladas de aguas residuales radiactivas durante varios años. Según recoge el medio Oddity Central, decenas de miles de personas han estado expuestas a una radiación que puede ser hasta 20 veces superior a la sufrida por las víctimas del desastre nuclear de Chernóbil.

De hecho, las 24 comunidades rurales que hacían vida en los alrededores del río han tenido que ser evacuadas durante los últimos 13 años, pero no antes de que fueran diagnosticadas con distintos tipos de cáncer o anomalías cromosómicas. Los recién nacidos también fueron afectados.

Los niveles de radiación actuales son “aceptables”

Las autoridades rusas aseguran que los niveles de radiación actuales del Techa son “aceptables” y “totalmente compatibles con las normas de la Federación de Rusia”. Aun así, los contadores Geiger continúan emitiendo un pitido inquietante cuando se colocan cerca de la línea de flotación.

Un informe de Associate Press (AP) estima que, aunque es cierto que la situación ha mejorado, el agua todavía tiene más radiación de lo habitual. Las mediciones cerca de la línea de flotación oscilaron entre 8,5 y 9,8 microsieverts, de 80 a 100 veces el nivel de radiación de fondo natural. Leonid Bolshov, miembro del Instituto de Seguridad Nuclear de Rusia, insiste en que estos niveles son seguros: “El nivel de contaminación en el agua hoy en día es incomparablemente menor al que solía ser”.

El problema surgió concretamente entre 1949 y 1956, cuando el complejo nuclear Mayak, conocido por el accidente de Kyshtym en 1957 y ubicado en Ozersk, vertió alrededor de 76 millones de metros cúbicos de aguas residuales en el río Techa, sabiendo muy bien que era utilizado como la principal fuente de agua por dos docenas de comunidades con una población combinada de alrededor de 28.000 personas, que no empezaron a ser evacuadas hasta 2008.

Sigue estando prohibido el acceso

Hace años, la zona ni siquiera aparecía en los mapas y los residentes tenían prohibido acercarse. “A veces ponían carteles que nos advertían que no nadáramos en el río, pero nunca dijeron por qué (…) Después del trabajo, íbamos a nadar al río. Los niños también”, contó en 2016 a AP Gilani Dambaey, un hombre jubilado. Las autoridades ocultaron la naturaleza del peligro porque muchos vecinos no conocían la existencia de Mayak.

Actualmente, aunque la radiación ha disminuido, sigue prohibido acceder a la zona, por lo que el activista Vladimir Sluvyak sospecha que “todavía están tirando desechos radiactivos”. Sin embargo, lamenta que es “imposible” demostrarlo, a menos que alguien de Mayak lo confirmara.

Alarmantes casos de cáncer

Un estudio realizado por Greenpeace en 2007 de Greenpeace descubrió en esas comunidades tasas de cáncer 3,6 veces más altas que el promedio nacional en Rusia y una tasa de defectos congénitos 25 veces más alta que la media global. Otra investigación de la Radiation Research Society también encontró que, de 17.435 residentes nacidos antes de 1956, 1.933 tenían cáncer y que la gran mayoría de la población tenía altos niveles de estroncio-90 en sus huesos.