Tres conocidos reclusos condenados por asesinato participaron en varios encuentros confidenciales en la cárcel entre los pasados 12 de mayo y 31 de julio, según revela El Mundo. En dichos encuentros, que compartieron con otros diez presos, analizaron de manera voluntaria los actos por los que fueron condenados.

Se trata de José Bretón, condenado a 40 años por el asesinato de sus hijos de dos y seis años; Miguel Carcaño, condenado a 21 años por el asesinato de Marta del Castillo; y Sergio Morate, quien cumple una pena de 48 años por el asesinato de Marina Okarynska y Laura del Hoyo.

Estas sesiones, que tuvieron carácter confidencial y sucedieron en la prisión de Herrera de La Mancha, en Manzanares (Ciudad Real), formaron parte de unos talleres de diálogo restaurativo organizados por este centro penitenciario, como desvela El Mundo, medio que ha reconstruido parte de las conversaciones que protagonizaron estos tres reclusos.

José Bretón

Según recoge este diario, José Bretón fue el más activo en estas reuniones, a pesar del rechazo que los otros reclusos mostraban hacia su persona. En estos encuentros llegó a confesar su pesar por los actos que protagonizó e incluso explicó los motivos que le llevaron a tomar la decisión que le ha llevado a la cárcel.

"Nada más hacerlo me arrepentí", afirmó. “Siempre negué el crimen, hasta hace tres años en que decidí dar el paso y así quitarme de encima el peso de tener que mentir", añadió Bretón, como recoge El Mundo, donde se detalla la explicación que ofreció a uno de los mediadores cuando fue interrogado por la razón que le llevó a asesinar a sus hijos. “Cuando ella (por su exmujer) me planteó el divorcio, no lo pude soportar. Estuve 15 días planeándolo todo, porque quería hacerle daño a ella... Tranquilos, los niños no sufrieron. Yo jamás les haría daño”, dijo.

“Lo que hice yo es lo peor que puede hacer un ser humano”, confesó en una de estas sesiones, donde reveló que ha intentado quitare la vida durante su estancia en la cárcel: "Me he intentado suicidar varias veces, pero ni para eso valgo".

Miguel Carcaño

El autor confeso del asesinato de Marta del Castillo en 2009 mantuvo en estos talleres de diálogo restaurativo el discurso en el que asegura desconocer el lugar en el que se encuentra el cuerpo de la joven. "No sé dónde está el cuerpo de Marta y sé que sus padres me creen. Entiendo que la sociedad me odie, entiendo el rechazo, pero no puedo decir dónde está el cuerpo porque no tengo ni idea de dónde está".

El Mundo desvela que al finalizar estas reuniones los presos respondían por escrito a una serie de preguntas y relataban su experiencia en un diario. En estos textos, Carcaño hizo referencia a algunos de los sentimientos que había vivido, como la "rabia", el "miedo", y el "rencor”. Además, calificó de “justa” la pena por la que fue condenado.

Sergio Morate

El Mundo detalla que Sergio Morate fue el que se mostró más frío y crítico con su situación de los tres presos. "No existe la justicia, porque depende del momento en que te condenen, te cae una pena u otra", afirmó en una de estas sesiones.

Además, admitió arrepentirse de sus actos, pero sobre todo por las "consecuencias” que el asesinato de Marina Okarynska y Laura del Hoyo en 2015 le han causado a él y a sus seres queridos. Asimismo, y al igual que Bretón y Carcaño, Morate negó que su crimen pudiera calificarse de violencia machista, según detalla El Mundo.