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¿Por qué huelen mal las alcantarillas, cañerías y tuberías cuando va a llover?

El descenso de la presión atmosférica asociado a las lluvias suele estar detrás de este desagradable olor, ya que deja salir los gases de las alcantarillas.

¿Por qué huelen mal las alcantarillas, cañerías y tuberías cuando va a llover?
Joel CarilletGetty Images

Algunas personas vaticinan que va a llover por los cambios que experimentan en su cuerpo, como dolores de rodilla o cabeza. Sin embargo, hay otro indicador que puede advertirnos de que se aproximan precipitaciones antes de que nos los diga un meteorólogo: el mal olor de las alcantarillas, cañerías y tuberías, especialmente si son antiguas. Esto puede deberse a diversos factores, como la presión atmosférica, el agua que permanezca estancada o un mal estado de los sifones que tengamos instalados para que no pasen los malos olores procedentes de los sumideros.

¿Por qué huele mal en la calle?

El olor a lluvia puede resultar muy agradable, pero si cae mucha cantidad de agua puede comenzar a oler realmente mal en la calle. El periodista Marc Redondo precisa en Meteored que esto se debe al alcantarillado: “El agua va ocupando espacio en las acometidas y colectores, lo que provoca que el aire y los gases que anteriormente ocupaban todo ese espacio se vean obligados a salir de ahí. Al tener menor densidad que el agua, ascienden y salen por el único respiradero que tienen: las alcantarillas de las calles”.

También tiene una importante influencia en el mal olor la presión atmosférica. “Un día normal, un día soleado, el aire pesa mucho, tenemos mucha presión atmosférica”, apunta Redondo en laSexta. Debido a esto, “el aire que hay pegado al suelo no puede levantarse porque la capa que tiene encima pesa más”. Sin embargo “cuando llueve disminuye la presión y eso permite a todos los gases alojados en las alcantarillas subir hasta la calle”.

¿Y en las casas?

Debemos ser conscientes de que el mal olor de las cañerías, independientemente de si llueve o no, es resultado de la descomposición de los productos de desecho que se vierten al alcantarillado, así como de la acción de las bacterias que se encuentran en ellos. Marc Redondo precisa que “lo que sale de la vivienda, sobre todo del baño, tiene un alto contenido orgánico. La descomposición de los residuos producida por las bacterias crea unos gases muy desagradables y a la vez tóxicos”.

Afortunadamente, en casa no debemos vernos afectado por este problema, ni siquiera cuando llueve, ya que solemos tener instalados sifones, estructuras en forma de U que se mantienen siempre llenas de agua, de forma que esta actúe como barrera contra los gases causantes del mal olor que pueden desprender los sumideros. Pero, si esta herramienta está en mal estado, los gases pueden pasar y provocar un olor espantoso.

En este caso, Redondo señala que hay que revisar los tubos del desagüe para descubrir el motivo del mal olor. Asimismo, advierte de que no es recomendable “tirar aceites o restos de comida, ya que muchos se quedan pegados bajo el filtro del desagüe sin darnos cuenta, produciendo malos olores”.