Un bebé declarado muerto al nacer dio positivo en COVID-19, según confirmó este domingo al diario el diario Le Figaro la Agencia Regional de Salud (ARS) de Occitania, en el sur de Francia. La entidad informó en un comunicado de que el pequeño falleció el pasado viernes 20 de agosto cuando nació.

Sin embargo, se negó a especificar si la infección influyó en la muerte y a confirmar la identidad de la madre, que también era portadora del virus, por cuestiones de confidencialidad médica y “respeto al duelo”. Así, se limitó a enviar sus “más sinceras condolencias a esta familia en duelo” y mostrar su apoyo a los profesionales sanitarios que “han atendido médica y psicológicamente a esas personas tan angustiadas”.

Séptima muerte de un menor de 10 años

La muerte de niños o de jóvenes a causa de la COVID-19 es un fenómeno extremadamente infrecuente a la vista de lo que se ha podido constatar desde el inicio de la pandemia, pero se han registrado algunos casos. El canal France 3 calcula que esta es la séptima muerte por coronavirus de un niño menor de 10 años en Francia desde marzo de 2020.

Entre tanto, en Occitania, otros tres infantes, también menores de 10 años, se encuentran hospitalizados por COVID-19. En total, 1.199 personas estaban ingresadas el domingo en hospitales de la región, incluidas 300 en cuidados intensivos y 651 en hospitalización convencional. Desde el inicio de la pandemia, 4.824 personas han muerto por coronavirus en esta región.

En Francia, con los casos registrados hasta finales de junio, un 73% de los fallecimientos se produjeron en personas de 75 y más años; un 18% en el grupo de edad de entre 65 y 74 años; y un 8% en el de 45 a 64 años. Los menores de 45 años supusieron el 1% restante.