Según un estudio publicado por la revista médica The Lancet, la estatura media de los jóvenes de 19 años de los Países Bajos era de 183,8 centímetros. De esta forma, el estudio revela que las niñas de 19 años de Guatemala, Bangladesh, Nepal y Timor Oriental tienen la misma altura que las niñas holandesas de 11 años. ¿Por qué se da esta diferencia?

De acuerdo con The Lancet, los jóvenes de 19 años más altos procedían, de mayor a menor altura, de Países Bajos, Montenegro, Estonia y Bosnia y Herzegovina. Pero esto no fue siempre así. Según apunta un reportaje de la BBC, en una revisión de los registros militares holandeses para un estudio publicado por la Royal Society of London se encontró que a mediados del siglo XIX los hombres de Países Bajos tenían una de las estaturas medias más bajas de Europa.

"En 1860, los militares holandeses medían unos 165 cm de altura", ha explicado la profesora Louise Barrett de la Universidad de Lethbridge (Canadá) a la BBC. "En ese momento, los hombres en EE.UU. medían alrededor de 5 centímetros más", afirma la investigadora. Y es que los humanos nos hemos vuelto más altos “a una velocidad récord” en los últimos dos siglos, según Eirin Marouli, profesora de Biología Computacional de la Universidad de Londres.

¿Por qué Holanda?

En Holanda se ha registrado un aumento de 20 centímetros de media en los últimos 200 años. Según Barrett, el sistema de salud de Países Bajos, los bajos niveles de desigualdad de ingresos y el buen estado del sistema de bienestar social de los holandeses ha contribuido al aumento de la estatura, ya que en los Países Bajos “todo está orientado a producir bebés que luego no sufran ninguno de los tipos de cosas que reducen la altura".

Barrett señala que se trata de un cambio “demasiado rápido para que sea solo un efecto genético”. Otro factor podría ser el consumo de lácteos, pues el calcio forma los huesos y el creciemiento “depende de tener un buen sumistro” de este mineral.

Para finalizar, la doctora Marouli explica que los holandeses “podrían estar llegando al límite que podríamos alcanzar”. "La altura es un rasgo modelo para todo el resto de los rasgos genéticos complejos, porque es muy fácil de medir", explica Marouli, que concluye: "Entonces, si pudiéramos dominar la genética de un rasgo complejo como la altura, podría darnos el modelo para estudiar otros trastornos multifactoriales, como la diabetes, las enfermedades cardíacas, etc.”