Las campañas de vacunación avanzan a gran ritmo y la vuelta a la vieja normalidad es el gran deseo de la población. Sin embargo, las nuevas variantes son las que ponen en jaque este ‘regreso’, puesto que las nuevas mutaciones del coronavirus amenazan con burlar la eficacia de las vacunas y volver a disparar los contagios entre la población. Hasta el momento todas las vacunas se han mostrado eficaces contra las variantes, pero el hecho de que el patógeno siga mutando pone en peligro la vuelta a la antigua normalidad.

La variante Delta es ahora mismo la mutación que más preocupa a los expertos. Originada en la India se está haciendo predominante en la mayoría de países occidentales. Sin embargo, no es la única que ha llamado la atención a los científicos. También es objeto de investigaciones la variante Lambda, conocida también como variante andina, que se detectó por primera vez en Perú en agosto de 2020 y desde entonces ha llegado ya al menos 29 países.

Sospechosa de haber causado un brote en Cantabria

España puede ser uno de los últimos países donde ha aterrizado esta variante, puesto que es sospechosa de haber causado un brote con al menos 80 contagios en Cantabria. La variante Lambda está siendo objeto de estudio por parte de los investigadores y por el momento lo que más ha llamado la atención es su poder de transmisión. De hecho, cuando descubierta, sólo era responsable del 0,5% de los contagios en Perú y ahora, según la OMS, está detrás del 82% de los casos detectados en el país sudamericano en los meses de mayo y junio.

Los científicos han observado que esta variante presenta una serie de mutaciones “inusual”, pero aún se debe investigar más para asegurar o no que esas mutaciones la hacen más transmisible. También hacen falta estudios para concluir si la variante Lambda genera una COVID-19 más grave o no y si es capaz de sortear la efectividad de las vacunas.

Para la OMS es una "variante de interés"

Por eso, por el momento la OMS califica a la variante Lambda como “variante de interés”, un escalón por debajo de las llamadas “variantes de preocupación”, como la variante Delta, Alfa (británica) o Gamma (sudafricana). El organismo sanitario sitúa a las variantes de interés en un terreno donde hay que vigilarlas muy de cerca, pero aún no se tienen evidencias ni información para ponerlas en el nivel de las variantes de preocupación.