Los consumidores podemos ver continuamente publicidad de las principales compañías telefónicas de nuestro país compitiendo para brindar las ofertas más suculentas con el fin de ganar clientes. Lo que no suelen anunciar estas marcas es la subida en las tarifas que aplican regularmente a quienes las tienen contratadas. Además, estos incrementos de precios suelen afectar a quienes estás suscritos a los planes de tarifas más caros, mientras que ofrecen rebajas a las personas que ya pagaban menos. Aunque este precio más elevado no suele ser para siempre, si dura el suficiente tiempo para que los clientes se marchen.

Según recoge El País, los planes de tarifas de fibra y móvil de O2 (Movistar), Simyo (Orange), Lowi (Vodafone) o Virgin Telco (Euskaltel) ofrecen muchas veces los mismos servicios, o muy similares, que los de sus hermanos mayores (Movistar Fusión, Orange Love, Vodafone One y Euskaltel Osoa), pero casi a mitad de precio.

Por ejemplo, el paquete Orange Love sin límite con fibra de 300 Mbps, dos líneas móviles y el servicio básico de televisión (sin fútbol ni series) cuesta 67,95 euros al mes, mientras que se puede contratar un plan de Simyo con fibra de 300 Mbps y línea móvil de 25GB por 37,99 euros. Asimismo, mientras que algunos clientes pagan 74 euros por el Movistar Fusión Inicia (fibra de 300 Mbps, dos líneas móviles y servicio básico de televisión), el paquete de O2 ofrece también 500 Mbps y una línea móvil con 30 GB por solo 44 euros.

Inclinación de España hacia el low cost

Esta estrategia puede resultar injusta porque trata peor a quien más paga, pero tiene una explicación: la imparable inclinación del mercado español de las telecomunicaciones por el low cost, algo que ha quedado demostrado con la caída que han sufrido estas compañías en sus ingresos durante las últimas décadas. Esto se debe a la obligación que tienen de compartir sus redes con las firmas que se lo soliciten a un precio regulado. Esto propicia que los nuevos entrantes ofrezcan tarifas muy bajas para comenzar y las operadoras nacionales tengan que lanzar marcas de bajo coste para que sus clientes no se vayan en busca de esos precios más bajos.

Actualmente, los espectadores ya no están interesados en ofertas de televisión generalista como la que pueden ofrecer Movistar+, Vodafone TV u Orange TV, sino que prefieren las plataformas de series y películas como Netflix, Amazon, HBO…, además de contratar fútbol, que hay que pagar a parte. Además, en cuanto a conectividad, las marcas más baratas incluyen ya servicios muy buenos en fibra y datos para que los consumidores se decanten por ellas en lugar de por la tarifa ‘premium’. De ahí el creciente interés por ellas.

Subidas para este verano

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) advirtió a comienzos de junio de sobre el incremento que se iba a producir en las tarifas de varias compañías telefónicas para este verano. El 1 de julio, Euskaltel, R y Telecable, subirán 5 euros al mes.

A partir del 15 de julio, los clientes de Vodafone que tengan contratada una tarifa de fibra y móvil en su modalidad de una y varias líneas móviles, incluyendo todas las opciones de One Ilimitada y Hogar Ilimitable, pagarán 3 euros más. Además, cada línea adicional que se añada al paquete subirá 1,5 euros al mes. Quienes solo tengan tarifas de móvil, como la Mini o la Ilimitada, o las antiguas tarifas de fibra y móvil (ya no comercializables) también pagarán 3 euros más. Las únicas tarifas que no se verán afectadas por la subida son las de fibra y fijo y las de la línea Vodafone Yu.

En agosto será el turno de Orange, que subirá 2,05 euros mensuales en las tarifas que tienen una velocidad de navegación de 600 Mbps: Love Total, Love Total Sin Límites y Love Total Sin Límites 4. También sube la tarifa de solo fibra con velocidad de 600 Mbps. El incremento afectará a los nuevos y antiguos clientes. A cambio, los usuarios pasarán de tener una velocidad de 600 Mbps a 1 Gbps, aunque no quieran.

En caso de no estar de acuerdo con alguna de estas subidas, la OCU asegura que "no tienes por qué asumirlo sin más". En este sentido, recomienda a los usuarios los derechos que tienen. En primer lugar, señala que las compañías están obligadas a avisar de los cambios con, al menos, un mes de antelación. “Si tras la comunicación no estás conforme y no te interesa la subida que te proponen, puedes cambiar de tarifa o de compañía sin pagar ninguna penalización por la baja anticipada, aunque tuvieras permanencia”, añade.