Renault pondrá tope a la velocidad de sus vehículos: ¿cuál será el nuevo límite?
La compañía francesa ha seguido los pasos de Volvo y limitará a 180 km/h la velocidad máxima de sus vehículos, según ha anunciado su CEO, Luca de Meo.
El grupo automovilístico Renault ha presentado ‘Renaulution’, su nueva estrategia de responsabilidad social y medioambiental (RSC), que estará basada en tres pilares: la transición ecológica, la seguridad de los clientes y empleados y la inclusión. “Creemos que nuestra responsabilidad con respecto al medio ambiente y a la sociedad es uno de los capítulos de Renaulution. Nuestro compromiso con la huella de carbono, con la seguridad tanto de las personas que utilizan nuestros vehículos como de los empleados en su lugar de trabajo, y con la inclusión, se ajusta a nuestros desafíos estratégicos y refuerza la creación de valor”, ha reivindicado Luca de Meo, CEO de la compañía francesa.
Límite a la velocidad de los vehículos
El exceso de velocidad es un problema muy serio que causa numerosas muertes en la carretera cada año. Por eso, además de las autoridades, los fabricantes de automóviles trabajan para reducir estos accidentes y aumentar la seguridad de sus vehículos. En este sentido, de Meo ha anunciado durante la asamblea general de la firma, que se limitará la velocidad de los vehículos: “La velocidad representa más de un tercio de las causas de accidentes mortales, por eso la velocidad máxima estará limitada, en función del vehículo, y no superará los 180 km/h, sea cual sea el modelo de Renault o Dacia”. De esta forma, sigue los pasos de Volvo, que tomó la misma medida en 2020.
En cambio, de Meo no precisó si esta norma se aplicará a la marca deportiva del grupo, Alpine. Sí especificó que el nuevo Mégane eléctrico, que se lanzará en 2022, “tendrá un regulador de velocidad configurado por defecto: su velocidad estará limitada a 160 km/hora”.
Por otra parte, esta velocidad limitada de fábrica no es la única medida que tomará Renault para garantizar la seguridad de sus clientes. Los nuevos modelos estarán equipados con “control de crucero activo automático con un límite por defecto que se ajustará a la velocidad permitida en función de las señales y los datos de geolocalización”. Es decir, si el límite de la vía es de 120 km/h, no se podrá poner el control de crucero a 130 km/h. El regulador, llamado ‘Safety coach’, también tendrá en cuenta las curvas peligrosas y las rotondas. Además, podrá “reemplazar” al conductor en función de los datos del vehículo, así como de las previsiones meteorológicas o el nivel de atención del conductor. “Si los sensores detectan que las manos ya no están en el volante, el vehículo se pondrá automáticamente en modo seguro”, aclara de Meo. Esta función se ha denominado ‘Safe Guardian’.
Por último, Renault también ofrecerá un “marcador de seguridad” para determinar si el usuario del vehículo es un buen conductor: “El ‘Safety Score’ se basará en un análisis detallado de los hábitos de conducción que permite identificar los bandazos y los adelantamientos del conductor. Se propondrá en asociación con las compañías de seguros para una conducción más segura”.
Alcanzar la neutralidad de carbono
En el plano medioambiental, Renault tiene la intención de alcanzar la neutralidad en carbono en Europa para 2040 y en todo el mundo en 2050. Para ello, el grupo se ha comprometido a reducir su huella de carbono en la actividad de compras centrándose en seis componentes que, actualmente, representan el 90% de las emisiones: acero, aluminio, polímeros, electrónica, neumáticos y vidrio. En 2030, la compañía francesa pretende reducir sus emisiones asociadas a estos productos en un 30%. Asimismo, el nuevo R5 eléctrico se desarrollará a partir de 2025 con baterías más sostenibles, que reducirán sus emisiones de dióxido de carbono (CO2) en un 20% en comparación con las actuales que monta el ZOE.
En cuanto a la fabricación, el grupo pretende reducir en un 50% las emisiones que producen sus plantas de todo el mundo para 2030. Para alcanzar este objetivo, la empresa invertirá 20 millones de euros, lo que permitirán ahorrar hasta 90 millones de euros en energía y sanciones por exceso de emisiones. Sus factorías europeas serán neutras en carbono para 2030.
“Desarrollado junto a los equipos de la empresa y, de acuerdo a nuestros valores de innovación y solidaridad, este plan de acción está respaldado por un equipo del comité directivo y se integrará por completo en nuestras actividades. Dichos compromisos reflejan nuestra ‘Razón de Ser’ a la vez que contribuyen a la transformación del grupo”, ha añadido De Meo.
Inclusión e igualdad
El último pilar de la estrategia es garantizar también la seguridad de sus empleados y lograr una plantilla inclusiva. El compromiso de Renault es acabar por completo con los accidentes y enfermedades relacionadas con el trabajo, así como lograr una cobertura sanitaria óptima para sus empleados en todo el mundo y sensibilizar a sus trabajadores sobre los riesgos.
Respecto a la política de inclusión de la empresa, esta girará en torno a tres pilares: empleabilidad, igualdad y solidaridad, por lo que la compañía formará a sus trabajadores para adaptarlos a la nueva realidad industrial. Además, aunque Renault cuenta con el mayor número de mujeres en su plantilla en comparación con otros fabricantes, estas siguen representando aún un 25% del personal. Para promover la igualdad de género, pondrá en marcha iniciativas para promocionar a mujeres a puestos “clave”, tanto a órganos de dirección, al ‘top 4.000’ y al ‘top 11.000’. Antes de 2050, el 50% de estas tres categorías estará compuesto por mujeres, y un 30% antes de 2030.