CORONAVIRUS

Bill Gates descifra las variantes del coronavirus en 5 claves

El fundador de Microsoft, muy implicado en la pandemia desde hace un año, resalta los puntos positivos en la aparición de las nuevas cepas.

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Bill Gates descifra las variantes del coronavirus en 5 claves
Getty Images

Desde el primer momento en el que se declaró la pandemia mundial del coronavirus, Bill Gates ha estado implicado en la lucha contra el virus en todo el mundo. Se ha preocupado de alarmas a la población sobre la gravedad de la situación, ha pedido precaución y se ha involucrado en la llegada de las vacunas que, ahora, se están administrando en todo el mundo. El fundador de Microsoft, en la última entrada entrada de su blog, Gates Notes, se ha atrevido a dar cinco claves para entender qué está sucediendo con las muchas variantes del virus que están apareciendo.

Estas cepas, da igual su origen, preocupan mucho ante la gestión de la pandemia, sobre todo con el inicio de las campañas de vacunación a finales de 2020. Lo cierto es que, su poco conocimiento sobre ellas, hacen que se dude de la efectividad de las dosis que, en algunos casos, podría descender su porcentaje de inmunidad ante ciertas variantes -como en el caso de la sudafricana, aunque no tanto en la británica-. Y lo peor, que podrían amenazar los progresos del último año.

La vacuna contra la gripe hace frente a una variante

Sin embargo, Bill Gates, en su blog, también habla de ciertas pautas positivas. De hecho, hay ciertos puntos que destaca que no están “complicando” la pandemia. El primer punto que resalta es la vacunación contra la gripe. Si estás vacunado contra esta enfermedad, estás de suerte, porque ya “te has enfrentado a una variante del virus”. Y es que, tal y como apunta Gates, “los virus evolucionan constantemente” y, aunque de un poco de miedo hablar de nuevas cepas “no ha nada particularmente inusual en ellas”. De hecho, la vacuna de la gripe cambia cada año por sus múltiples variantes.

“El coronavirus -como todos los virus- tiene un solo objetivo: replicarse. Cada vez que el virus invade tus células, engaña a la célula para que siga las instrucciones codificadas en su ARN para hacer más copias del virus”, comenta Gates, explicando la propagación del virus por el cuerpo humano, lo que hace que mute en muchas ocasiones, de hecho, hasta lo compara con una clase de mecanografía.

“Cuando la célula está fabricando un nuevo virus, tiene que copiar esas instrucciones. Si alguna vez has tenido una clase de mecanografía, sabes lo difícil que es volver a escribir algo sin cometer un error. El código del virus que causa la COVID-19 tiene unas 30.000 letras. Son muchas oportunidades de cometer errores, algo que hace a menudo. La mayoría de los errores dan lugar a un virus que, o bien es funcionalmente idéntico, o bien no puede replicarse […] Cuando ese cambio empieza a extenderse por una población, surge una nueva variante”, añade.

Las variantes puede ser una buena noticia

Parece una locura, pero Gates tiene una explicación coherente. Lo primero, debemos saber que el coronavirus muta, sí, pero lo hace lentamente, de hecho, “muta aproximadamente la mitad de rápido que el virus de la gripe”. Lo cual, juega a nuestro favor. “Sé que parece que ahora mismo no paran de aparecer nuevas variantes. Eso es porque hay mucho virus circulando por el mundo, lo que le da más oportunidades de cambiar”, sin embargo, cuando disminuya el número de contagios, también lo harán las variantes que puedan aparecer.

Otra de las grandes noticias es que, a diferencia de otros virus, la COVID-19 ha mutado en un mismo punto: la proteína conocida como ‘spike’, es decir, la que “sobresale de la superficie del virus”, lo que hace que se agarre a las células humanas. Pero, “si cambia demasiado, el virus ya no puede conseguir la entrada que es clave para su ciclo vital”, es decir, tiene una capacidad limitada que hace que veamos que las mismas variantes estén apareciendo en diferentes lugares, pero no cepas distintas. De hecho, la variantes británica y la sudafricana “evolucionaron de forma independiente, aunque comparten varias mutaciones”.

Más variantes, pero el mismo camino

Se ha repetido en miles de ocasiones y Bill Gates también lo hace. Las vacunas siguen siendo el único camino para acabar con la pandemia del coronavirus. Un proceso que empezó a finales del pasado 2020 y que sigue avanzando en todo el mundo. "La buena noticia es que muchas de las vacunas que se utilizan actualmente parecen prevenir la enfermedad grave, incluso de las nuevas variantes”, comenta el fundados de Microsoft. Y, pese a que todavía necesitamos más datos sobre la eficacia contra las variantes “las primeras cifras son tranquilizadoras”, sobre todo en Israel, donde la británica es la variante dominante.

Sobre la actualización de las vacunas, Gates asegura que “los organismos reguladores y las empresas farmacéuticas están trabajando en una vacuna modificada que podría salir al mercado en un par de meses si se considera necesario”. Pero el objetivo ahora mismo es seguir parando la transmisión del virus al completo. “Si seguimos vigilando el distanciamiento social, el uso de mascarilla y la vacunación, conseguiremos que la pandemia termine mucho antes”, insiste.

La importancia de que lleguen vacunas a todo el mundo

El virus no entiende de raza, edad o sexo. Y ha quedado claro en el último año de pandemia. La COVID-19 es “una amenaza para la salud en todas partes” y, por ello, es necesario erradicarla en todo el planeta. Y para eso es necesario que lleguen las vacunas a todos los rincones del mundo. “Cuanto más tiempo esté el virus que causa el COVID-19 en el mundo, más oportunidades tendrá de evolucionar y de desarrollar nuevas formas de combatir nuestras defensas contra él".

"Si no conseguimos que la vacuna llegue a todos los rincones del planeta, tendremos que vivir con la posibilidad de que surja una cepa del virus mucho peor. Incluso podría surgir una nueva variante que evadiera las vacunas existentes”, escribe Gates en su blog.

Hacerlo mejor la próxima vez

Es verdad que nunca antes se había vivido una pandemia como esta y, por ello, debemos aprender de todo lo sucedido en el último año. Sobre todo, cuando nos referimos a las variantes. “Espero que la próxima vez estemos mejor preparados para detectar estas variantes antes”, indica Bill Gates, apuntando que la clave para ello será “la secuenciación genética en combinación con una mejor vigilancia de la enfermedad” que debería formar parte de “cualquier plan de preparación para la próxima pandemia”.