Más de un año ha pasado desde el inicio de la emergencia sanitaria en todo en mundo por culpa del coronavirus. Desde entonces, se han aprobado varias vacunas (Pfizer, Moderna, AstraZeneca y Janssen en la UE) con las que combatir la COVID-19.

A ellas se le podría unir a final de año "si todo va bien" una de las vacunas en las que trabaja el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). El investigador del organismo, Vicente Larraga, ha confirmado en una intervención en RTVE que contaría con una gran novedad: en lugar de un pinchazo, se podría administrar mediante parches.

"Es una vacuna de ADN sintética, estable a temperatura ambiente. Estamos intentando que se pueda aplicar por parches. Si todo va bien, finales de año puede empezar a administrarse", señala el experto. Gracias a ello, esta característica haría posible disponer de "personal menos especializado" para aplicarla.

Por otra parte, Larraga destaca que sería posible adaptarla "en pocas semanas", en relación a las nuevas variantes de coronavirus que van surgiendo en todo el mundo. El objetivo, además, es que se pueda distribuir "a temperatura ambiente", con lo que se podría exportar a países que no cuentan con los medios para conservar la cadena de frío.

España, entre los desarrolladores de vacunas

El experto Vicente Larraga ha valorado positivamente el hecho de que España esté llevando a cabo investigaciones para desarrollar su propia vacuna. "España está en el club de los que están desarrollando vacunas, depender de otros para mantener la salud de tus ciudadanos es algo realmente malo. Que seamos independientes es importante".

Finalmente, da por "terminada" la carrera por la vacuna, y asegura que ahora lo que se debe hacer es "ofrecer una vacuna efectiva, segura y que tenga algunas ventajas. Que sea esterilizante o que tenga facilidad de distribución. Debe completar y mejorar lo que hay actualmente".