Canal de Suez: ¿cómo podría afectar el colapso a la economía española?
El accidente podría provocar colapsos en los puertos mediterráneos o aumento de los gastos en combustible porque la ruta duraría una semana más.
El buque ‘Ever Given’, de 400 metros de largo y 59 de ancho, quedó encallado este martes en mitad del Canal de Suez debido a la falta de visibilidad y el viento. El accidente provocó un enorme atasco que afectó a más de un centenar de barcos, lo que podría repercutir en la economía española a medio plazo, según Jordi Espin Vallbona, secretario general de Transprime, la asociación española de empresas cargadoras, y policy manager de transporte marítimo en el European Shippers’ Council.
Se estima que por este canal pasa un 12% del tráfico mundial de cargueros y petroleros, en el que España está completamente integrada, destaca el experto en 20minutos. Como consecuencia, el bloqueo afectará a las exportaciones e importaciones de nuestro país.
Más gastos en combustible al ampliarse la ruta
La Autoridad Egipcia del Canal de Suez (SCA) ha anunciado este jueves en un comunicado que continúan los trabajos para liberar el buque con la participación de ocho embarcaciones, la mayor de las cuales es la 'Baraka 1', con un poder de arrastre de 160 toneladas. Sin embargo, va a llevar mucho tiempo reflotar el carguero. Algunos expertos temen que se pueda tardar semanas si es necesario descargar el barco.
Mientras duren estas labores, los cargueros no podrán pasar por el canal, sino que tendrán que rodear por el Cabo de Buena Esperanza, la punta sur de África, para llegar hasta los puertos europeos. Esto supondrá que la ruta dure una semana más y se gaste más combustible. Un dinero que deberán pagar los clientes europeos en forma de costes extras, o surcharges, como se les llama en el sector, apunta Espin: “Los surcharges, de una manera u otra siempre terminan repercutiendo en el cliente final. El problema es la anticipación de información para poder hacer frente a ellos y estimar su impacto”.
Y estos costes los acabaremos notando los ciudadanos, advierte el experto: “El consumidor no lo notará de manera directa e inmediata, pero sí a medio plazo en el momento en que el sobrecoste se normalice por toda la cadena de suministro”.
Escalas en puertos mediterráneos
Otro problema que señala el secretario general de Transprime la alteración que podría causarse en el programa de escalas en los puertos del Mediterráneo, entre los que se encuentran los españoles. El rodeo por el sur de África podría provocar que el tráfico comercial omita sus escalas mediterráneas y se dirija directamente al norte de Europa, donde va la mayoría de ellos. Si esto sucediera, las mercancías tendrían que llegar a España desde esos destinos, con el coste extra que supondría.
Por otra parte, Espin alerta de la grave crisis que podrá provocar la saturación en las llegadas cuando el tráfico se restablezca: “Aunque el bloqueo se solucionara en un par de días, si calculamos que cada día unos 50 barcos cruzan el Canal y éstos transportan 10.000 contenedores cada uno de ellos, significa que puede haber un retraso de 50.000 contenedores que se sumarán a los que deberían llegar más tarde”.
La mala situación del transporte marítimo
Este accidente ha evidenciado que el transporte marítimo de mercancías está pasando por una situación delicada. Espin denuncia la falta de transparencia en los costes y la gestión de operaciones. Las empresas crean alianzas para abaratar los costes, pero no mejoran el servicio a sus clientes:“El problema de las empresas cargadoras es que contratas con una naviera pero no sabes exactamente a qué barco suben tu contenedor. Es difícil para un empresario tener una trazabilidad real de dónde está su contenedor ya que el transporte marítimo no está todavía digitalizado”.
Además, pese a las colaboraciones entre empresas, cada una tiene que responder a las demandas de los clientes individualmente, por lo que no se ofrecen informaciones ni soluciones correctas, critica Espin: “Hemos banalizado el servicio marítimo entre todos y pagamos altos precios por un servicio que no ha mejorado ni tiene la necesidad de hacerlo ya no se atiende a la voz del cliente”.