Un bebé con una carga viral 51.418 veces superior a lo habitual enciende las alarmas
Los científicos se encuentran desconcertados por el caso de este recién nacido, en el que también descubrieron una nueva variante del coronavirus.
Los científicos están desconcertados con un hecho presenciado en el Children's National Hospital de Washington. El misterio comenzó en septiembre, cuando un bebé recién nacido ingresó en el centro muy enfermo a causa del coronavirus, aunque logró recuperarse tras recibir tratamiento. Esto era extraño porque una de las características de la COVID-19 es que apenas afecta a los niños, quienes suelen ser asintomáticos o presentar cursos leves de la enfermedad. No obstante, es algo que puede suceder.
La verdadera sorpresa llegó cuando detectaron que su carga viral era 51.418 veces mayor a lo que suele habitualmente. Esto “es de por sí un dato alarmante y digno de atención”, señaló en The Washington Post Jeremy Luban, virólogo de la Escuela de Medicina de la Universidad de Massachusetts. Pero aquí no se acabaron las novedades. Alarmados por este descubrimiento, los científicos secuenciaron el virus en el bebé y encontraron también una nueva variante. A medida que profundizaron en la investigación, observaron que esta variante contenía una mutación llamada N679S, que podría estar circulando en la región del Atlántico Medio de Estados Unidos.
Los investigadores del Children's National Hospital de Washington nunca habían visto esta variante, pero al consultar una base de datos internacional emergente utilizada por científicos de todo el mundo, se sorprendieron al encontrar otras seis muestras en el área de Maryland y Virginia, y dos más en Delaware. Alan Beggs, un experto en genómica del Boston Children's Hospital, manifestó que el hecho de que la mutación aparezca en la base de datos sugiere que “esta variante está presente en un porcentaje significativo de la población en esta área”. Además, reveló que había evidencia de que los ocho casos tenían antecedentes genéticos comunes, lo que indica que todos “se originaron inicialmente en un paciente en algún lugar de la región”. Hubo otros cuatro casos en Australia y Japón y uno en Brasil.
Los científicos piden cautela
Esta revelación ha puesto en alerta a los expertos, principalmente porque no encuentran una respuesta clara. "Podría ser una completa coincidencia, pero la asociación es bastante fuerte. Si ve a un paciente que tiene exponencialmente más virus y es una variante completamente diferente, probablemente esté relacionado”, afirma Roberta DeBiasi, jefa de enfermedades infecciosas del hospital.
Sin embargo, aunque es necesario estar en guardia y vigilar el comportamiento del virus también en los niños, los científicos instan a tener cautela. “Podría deberse al N679S, o simplemente porque es un [recién nacido] con un sistema inmunológico inmaduro, lo que permite que el virus se replique sin control”, comenta, por su parte, Luban. Además, no hay “evidencia de que esta nueva variante tenga nada que ver con hacer que los bebés pequeños se enfermen más”, según señala Beggs.
Más tranquila todavía se mostró la viróloga e inmunóloga española Margarita del Val. “Es un solo caso. Yo, a nivel de población, no me alarmaría ni lo más mínimo, aunque es bueno comunicarlo a los investigadores”, ha sugerido en NIUS. Asimismo, recuerda que, aunque los niños no suelen enfermar de manera grave por el coronavirus, sí hay algunos que pueden ser más vulnerables. “En los casos que ha habido en España, todos tenían algún problema en su sistema inmunitario. Hay algunos bebés que tienen algún defecto genético de base y esos son los casos graves”, ha especificado. Por eso, considera que “habría que analizar si este caso único, del que no se puede sacar ninguna conclusión, tiene algún problema inmunitario, que es lo más probable”.
Vacunación en niños
A medida que las campañas de vacunación avanzan en muchos países para mayores de 18 años, los expertos comienzan a insistir en la importancia de administrar los fármacos contra la COVID-19 a los niños. Que no suelan enfermar gravemente debido al virus es una ventaja para ellos, pero también puede suponer un riesgo para el resto de la población ya que, al ser asintomáticos o no tener muchos síntomas, es más difícil detectar los contagios.
Conscientes de esto, algunas compañías farmacéuticas ya han comenzado a probar sus vacunas en este sector de la ciudadanía. En concreto, son Pfizer/BioNTech, Moderna, Nanogen, Sinovac, Bharat Biotech y AstraZeneca/Oxford quienes han iniciado los ensayos en niños, según recoge El Español, con datos obtenidos de la consultora especializada Evaluate Pharma.
En el caso de Pfizer y BioNTech, se han puesto en marcha dos estudios con 45.528 voluntarios en total para probar la seguridad y eficacia de su vacuna en niños que tienen hasta 12 años. Por su parte, Moderna ha reclutado a 3.000 voluntarios con edades comprendidas entre los 12 y los 17 años para realizar un ensayo con su vacuna, aunque los resultados no estarán listos hasta 2022, según ha revelado la empresa. Tanto Nanogen como Bharat Biotech preparan ensayos con jóvenes mayores de 12 años. Más controvertidos son los ensayos realizados por AstraZeneca/Oxford y Sinovac, que prueban sus fármacos a partir de los seis y tres años, respectivamente.