Desvelado el misterio de la inscripción en 'El Grito' de Edvard Munch
Una investigación del Museo Nacional de Noruega ha desvelado que el mensaje que aparece en la esquina superior izquierda del cuadro fue escrito por el propio autor.
Una investigación del Museo Nacional de Arte, Arquitectura y Diseño de Noruega ha desvelado que el mensaje “solo pudo haber sido pintado por un loco”, escrito en la esquina superior izquierda de ‘El Grito’ de Munch, fue garabateado por el propio autor.
Según los curadores de la obra, el rechazo que sufrió la obra tras sus primeras exposiciones y el debate sobre el estado mental del autor pudieron hacer que el pintor noruego decidiera escribir ese mensaje.
El Museo Nacional de Arte, Arquitectura y Diseño de Noruega, en un comunicado, ha relatado los acontecimientos. “En una noche de discusión en la Asociación de Estudiantes de la Universidad de Oslo, un estudiante de Medicina, Johan Scharffenberg, aseguró que Munch “no estaba en su sano juicio” y que sus pinturas eran una muestra de ello. “Puede que el pintor expresionista escribiese el mensaje en 1895, poco después de haber presentado la obra y haber recibido miles de críticas sobre ella”, han añadido.
Comparación con restos de su escritura
Los curadores han utilizado una tecnología infrarroja para comparar las grafías del mensaje del cuadro con otras notas y cartas escritas por el propio pintor noruego. “La escritura es, sin lugar a dudas, de Munch. Además, todo lo acontecido tras la primera exposición de la obra, nos hace apuntar hacia esa dirección”, ha explicado una de las investigadoras, Mai Britt Guleng.
La inscripción fue descubierta en 1904 y, desde un principio, se pensó que se trataba de un garabato de un espectador. Sin embargo, en vistas de la restauración de la obra para su exposición en la apertura del nuevo Museo Nacional de Arte de Noruega durante el próximo año, los curadores consideraron que era el mejor momento para rechazar o confirmar esa hipótesis.
Un cuadro hecho ‘emoji’
‘El Grito’ fue pintado, según el diario del autor, en un “arrebato de melancolía” tras un paseo por Oslo. A pesar de sus problemas mentales, estos no fueron la tónica durante sus 71 años de vida, ya que vivió con una buena salud. El cuadro fue la obra culmen de su trayectoria, llegando a ser tan conocido que hasta se ha creado un ‘emoji’ a partir de él.