La pintura en la roca más antigua de Australia
El dibujo, encontrado el techo inclinado de un refugio de rocas, es de un canguro de dos metros y podría tener entre 17.100 y 17.500 años de antigüedad.
La región de Kimberley en Australia Occidental alberga una de las colecciones de arte rupestre indígena más grandes del mundo. Y ahí se encuentra también el dibujo en piedra más antiguo identificado en el país. Se trata de la pintura de un canguro que fue creada hace más de 17.000 años, según el estudio realizado por científicos de diversas universidades y agencias de investigación, junto a los líderes indígenas locales.
Fechar pinturas que tienen más de 6.000 años es un auténtico desafío porque el material orgánico en el pigmento de la pintura, crucial para la datación por radiocarbono, es difícil de encontrar. Por eso, un equipo de la Universidad de Melbourne (Australia) usó la datación por radiocarbono de 27 nidos de avispas alfareras (Eumeninae) recogidas por encima y debajo de 16 pinturas similares pertenecientes al período estilístico más temprano. Los hallazgos, publicados en Nature Human Behavior, revelaron que la pintura de este canguro de dos metros tiene entre 17.1000 y 17.5000 años de antigüedad. Está dibujado en el techo inclinado de un refugio de rocas en una finca del clan Unghango, situada en el área protegida indígena Balanggarra.
Las pinturas de animales siempre han sido muy comunes
Las pinturas en roca representan algunos de los primeros intentos de comunicación humana de los que se tiene constancia, con algunos de los ejemplos más antiguos de representaciones de animales encontrados en Sulawesi, Indonesia. “Las representaciones naturalistas de animales son un tema común para el arte rupestre datado más antiguo del mundo, incluidos los bóvidos salvajes en Indonesia y los leones en la cueva Chauvet de Francia. Las pinturas rupestres figurativas aborígenes australianas más antiguas conocidas también suelen representar animales naturalistas”, explican los autores de este estudio.
Pese a la dificultad de analizar, los investigadores vieron que algunas pinturas conservaban trazas de antiguos nidos de avispas, hechos en parte de barro, cuya principal fuente de carbono son los fragmentos de carbón. Gracias a la datación de estos nidos, los autores establecieron que las pinturas realizadas con este pigmento tienen entre 17.000 y 13.000 años de antigüedad. Siguiendo la tendencia de la época, la mayoría de estas imágenes eran representaciones de animales: una serpiente, una figura parecida a un lagarto y tres macrópodos, una familia de marsupiales que incluye canguros, ualabís y quokkas. No obstante, algunas de las pinturas más antiguas incluían también una imagen de un boomerang y una rara representación de una figura humana recostada sobre su espalda.
“Se requieren muchas más fechas de este período antes de poder determinar la extensión cronológica completa de las pinturas. Estos son los primeros resultados que muestran que las pinturas naturalistas australianas se remontan a la última edad de hielo, por lo que ciertamente hay pinturas más antiguas que aún no se han registrado ni fechado”, concluye en un comunicado el Dr. Damien Finch, pionero en el uso de esta nueva técnica de datación.