De visionario se podría calificar al 'oscarizado' cineasta estadounidense Steven Soderbergh. Y es que ‘Contagio’ (2011), cinta que dirige y protagonizan entre otros Matt Damon, Gwyneth Paltrow o Kate Winslet, se ha convertido en un verdadero fenómeno por su paralelismo con la situación que vive el mundo tras la irrupción del SARS-CoV-2 y la enfermedad de provoca, la COVID-19.

El inquietante filme, un thriller realista y sin artificios, se centra en la aparición de un virus mortal del que se desconoce su origen y que rápidamente se propaga por contacto humano por todo el mundo. ¿Les suena? Lamentablemente existen demasiadas similitudes con lo que está aconteciendo a lo largo y ancho del globo terráqueo y no es de extrañar que haya quien incluya la película entre sus referencias a la hora de lidiar con el problema.

Tal es el caso del ministro británico de Sanidad, Matt Hancock, que ha reconocido en una entrevista en LBC Radio, que se pueden extraer lecciones de la obra de Soderbergh, al menos en lo referente a la estrategia de vacunación.

"No diría que la película es mi principal fuente de inspiración sobre esto, pero no es menos cierto que supuso una buena referencia en el problema del abastecimiento de vacunas. Era consciente de que, cuando se comprobara la efectividad de la vacuna y tras su aprobación, la demanda sería enorme y que necesitaríamos estar listos para vacunar a todos los adultos del país. No me iba a conformar con menos”, explica Hancock en los micrófonos de la emisora londinense.

“En la película se muestra que el momento de mayor estrés en torno al programa de vacunas no se produce antes de su implementación, sino después cuando hay una gran disputa sobre el orden de prioridad. Así que no solo en este país insistí en que adquiriéramos la suficiente cantidad de dosis, también preparamos a conciencia cuál era la prioridad y lo explicamos inmediatamente para no hubiera discusión posible”, añade el ministro británico.

Dosis suficientes y una logística sin igual

En estos momentos, el Reino Unido se ha asegurado 407 millones de dosis de diferentes vacunas frente a la COVID-19, lo que representa un número más que suficiente para cubrir las necesidades de toda la población. El plan de vacunación británico contempla en su inicio a nueve grupos de alta prioridad que cubre a unos 32 millones de personas, casi la mitad de la población.

Pero no es menos cierto que el ambicioso programa orquestado por las autoridades británicas también se basa en la logística ya que se han habilitado diversos espacios, como catedrales, estadios, farmacias o centros médicos que han incrementado el horario de asistencia para vacunar al mayor número de personas cada día. Pronto, quizá en las próximas semanas, el objetivo es vacunar masivamente 24 horas, 7 días en la semana. La realidad supera a la ficción.