¿Por qué Alemania y Francia han prohibido las mascarillas de tela?
Alemania y Francia, además de Austria, apuestan por el uso de mascarillas profesionales en espacios públicos para combatir las nuevas cepas de coronavirus.
Las nuevas cepas de coronavirus han hecho saltar las alarmas. Si bien no tienen por qué ser más virulentas, sí resultan mucho más contagiosas, por lo que el número de infecciones se está disparando en gran parte del mundo. La variante británica del coronavirus circula ya en sesenta países, diez más que los contabilizados el 12 de enero, según los últimos datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), mientras que las surgidas en Brasil y Sudáfrica preocupan mucho a la comunidad científica.
Esto ha provocado que salir a hacer la compra o acudir al trabajo se conviertan en actividades con un elevado riesgo de contagio, lo que resalta la necesidad de salir protegidos de casa. Por ello, algunos países de la Unión Europea han apostado por obligar a utilizar mascarillas más filtrantes en el espacio público, preferiblemente, FFP2.
¿El fin de las mascarillas de tela?
Desde su nacimiento, la eficacia de las mascarillas de tela ha sido muy discutida. Los científicos advertían de que este tipo de protección artesanal no cumplía los requisitos de seguridad necesarios para protegernos del virus. “Son como los preservativos de ganchillo”, llegó a afirmar Mila Domingo, una farmacéutica de Alzira (Valencia). Ahora, ante la rápida expansión de la cepa británica, han quedado prácticamente descartadas. Cada vez más países europeos insisten en usar mascarillas profesionales en detrimento de las caseras.
Austria fue la primera nación en decretar el uso obligatorio de la mascarilla FFP2 en supermercados y transportes públicos, medida que se suma a otras como la implantación del teletrabajo o la ampliación del confinamiento total, que se implantó el pasado 26 de diciembre y está previsto que dure hasta el 7 de febrero. A partir de ese momento, las escuelas podrán reabrir, pero no está claro que el comercio y la hostelería podrán hacer lo mismo. Consciente de que son más caras, el Gobierno austriaco prometió que las personas con ingresos bajos recibirían mascarillas FFP2 gratis, igual que los mayores de 65 años.
También Alemania se ha sumado al uso de mascarillas profesionales, quirúrgicas o FFP2, para acceder al transporte público, a los comercios o a cualquier servicio administrativo. El Gobierno de Angela Merkel tomó está decisión el pasado martes tras mantener una reunión con los presidentes regionales. Asimismo, se acordó prolongar el cierre vigente desde el 2 de enero hasta el 14 de febrero, como mínimo.
Por último, en Francia, el Alto Consejo de Salud Pública, organismo que asesora al Ejecutivo en temas sanitarios, también insiste en recomendar que no se usen las mascarillas de tela sin homologación, ya que solo filtran el 70% de las partículas de 3 micrómetros y no suelen ajustarse a la cara como es debido, con lo que la protección disminuye más. En su lugar, recomiendan usar la protección profesional, mascarillas quirúrgicas o textiles de categoría 1, que tenga un filtrado superior al 90%.
España aún recomienda las mascarillas higiénicas
En España también está muy extendido el uso de las mascarillas FFP2. No obstante, el Ministerio de Sanidad todavía aconseja a las personas sanas utilizar mascarillas higiénicas, entre las que se incluyen las de tela y las no profesionales. Las FFP2, en cambio, siguen consideradas como equipos de protección individual (EPI) y están recomendadas solo para personal sanitario y personas que tengan contacto estrecho con enfermos de COVID-19. Por su parte, a las personas contagiadas se les recomienda usar mascarillas quirúrgicas.
Sin embargo, algunos centros sanitarios españoles sí prohíben entrar con mascarillas de tela porque, a simple vista, no se puede distinguir si están o no homologadas. A cambio, ofrecen una quirúrgica. También la OMS desaconseja las mascarillas de tela en estos lugares.
Por otra parte, hay quien comienza a demandar el uso de FFP2 en el ámbito educativo. En Asturias, el Sector de la Enseñanza de la UGT insiste en exigir este tipo de mascarillas para todo el profesorado de la región. “No es una ocurrencia ni un capricho. Las mascarillas FFP2 son las que realmente protegen tanto a la persona que la porta como a los demás”, señalan.