La Comunidad de Madrid ha obtenido el permiso del Ministerio de Sanidad para realizar test de antígenos en las farmacias de la región, según anunció el martes Ignacio Aguado, vicepresidente madrileño. “El Gobierno de España ha aceptado la petición de la Comunidad de Madrid para incorporar a la red de farmacia regional en la estrategia de diagnóstico precoz de la COVID-19”, aseguró tras la reunión que mantuvieron para analizar la situación epidemiológica de la región y la petición que el propio Aguado y la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, llevan realizando desde hace semanas.

El Ministerio de Sanidad pidió a las comunidades interesadas en hacer test de antígenos en farmacias que presentaran un plan para explicar cómo querían hacerlo, ya que por ahora la Comisión Europea exige que lo haga personal cualificado y siguiendo las instrucciones del fabricante. La Comunidad de Madrid mandó dicha petición acompañada de un documento el 27 de noviembre, pero no obtuvo respuesta. Por ello, el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, envió una carta el lunes 14 de diciembre al ministro de Sanidad, Salvador Illa, para solicitar nuevamente la autorización. 18 días después, llegó la aprobación.

En las zonas con una mayor incidencia

Fuentes del Ministerio de Sanidad han señalado a Efe que no están “cerrados” a la posibilidad de hacer test en farmacia de una forma “garantista para el paciente, para el profesional de la farmacia y sobre la gestión de los residuos”. “Si se hacen los test tiene que ser bajo la estrategia de diagnóstico y detección precoz y de acuerdo al manual de uso del fabricante”, han recalcado.

No obstante, estas pruebas estarían permitidas solo para realizar “cribados poblacionales en zonas de alta incidencia” de coronavirus, según fuentes del Ejecutivo madrileño. “Los cribados masivos en poblaciones de una alta incidencia acumulada, contando con toda esta red de farmacias, van a suponer un cambio muy significativo en la estrategia de diagnóstico de nuestra región”, comentó Aguado al respecto.

Según recoge El Mundo, la cifra desde la que se consideraría que la incidencia es “alta” es de 250 casos por cada 100.000 habitantes, aunque el baremo se concretará en reuniones posteriores y podría bajar a 150, por lo que prácticamente todas las farmacias de la comunidad podrían realizar este tipo de pruebas, ya que la incidencia acumulada de la región es de 209 casos. En caso de fijar el límite en 250 contagios por 100.000 habitantes, serían seis las localidades autorizadas hacer los test: Alcobendas (263), Boadilla del Monte (258), Collado Villalba (271), Majadahonda (250), Móstoles (284) y Las Rozas (260). Asimismo, podrían hacerse en tres distritos de la capital: Chamartín (251), Chamberí (281) y Moncloa-Aravaca (268).

Plan para realizar las pruebas

La Comunidad de Madrid elaboró un plan para hacer estos test junto al Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid (COFM), la Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria (SEFAC), la Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles (FEFE) y la Asociación de Empresarios Farmacéuticos de Madrid (Adefarma).

Esta estrategia establece que la participación de las farmacias debe ser voluntaria, y solamente los farmacéuticos titulares, adjuntos, regentes o sustitutos acreditados por el Colegio Oficial de Farmacéuticos podrán hacer los test destinados a personas asintomáticas tras superar unos cursos de actualización de conocimientos. Una vez obtenidos los resultados, las farmacias deberán comunicarlos al Servicio Madrileño de Salud y a la Dirección General de Salud Pública.

Hay dos modelos diseñados para hacer las pruebas. Por un lado, las farmacias que las hagan durante su horario de apertura deberán disponer de un circuito de acceso a la zona acotada donde tenga lugar la prueba. Por otro, las que opten por hacerlo tras el cierre al público deberán facilitar el horario para tal fin. En todo caso, dispondrán de una zona específica para las pruebas, que se desinfectará después de cada una y deberá disponer de ventilación natural o mecánica.

Por otra parte, Aguado planteó la opción de que las farmacias puedan vender las pruebas de antígenos con prescripción médica a los ciudadanos que lo deseen, mientras que para los habitantes de zonas básicas de salud con mayor incidencia de coronavirus estas pruebas serían gratuitas. En el segundo caso, sería la propia Comunidad de Madrid la que facilitaría las pruebas.