CORONAVIRUS

¿Qué mascarillas deberíamos usar para las cenas de Nochebuena y Nochevieja?

Varios expertos coinciden en que las mascarillas que más protegen son las FFP2, aunque destacan que lo realmente importante es usarlas de forma correcta.

¿Qué mascarillas deberíamos usar para las cenas de Nochebuena y Nochevieja?
Eduardo Parra EUROPA PRESS

La Organización Mundial de la Salud (OMS) actualizó recientemente su guía de recomendaciones para combatir la COVID-19. Las más importantes se centran en el uso de las mascarillas, la distancia de seguridad y la higiene de manos. Estos consejos se intensifican de cara a las próximas reuniones navideñas que nos esperan, pues en un ambiente más distendido es fácil que olvidemos las medidas, o no las creamos necesarias por sentirnos seguros con nuestros seres queridos.

Respecto a la mascarilla, la OMS recomienda usarla en casa “cuando hay un visitante que no es miembro del hogar y se sabe que la ventilación es deficiente, con apertura limitada de ventanas y puertas para la ventilación natural, o el sistema de ventilación no puede evaluarse o no funciona correctamente, independientemente de que se pueda mantener una distancia física de al menos 1 metro”. Asimismo, también apuesta por su uso “en entornos interiores de los hogares que tienen una ventilación adecuada si no se puede mantener una distancia física de al menos 1 metro”.

Por tanto, es aconsejable que para las cenas o comidas de Nochevieja y Nochebuena nos pongamos la mascarilla el mayor tiempo posible durante las reuniones con familiares o amigos. Si bien para ingerir alimentos no se puede llevar, deberíamos hacer uso de ella antes y después, incluso durante, mientras cambiamos de platos. Porque al hablar, cantar, reír o estornudar expulsamos aerosoles que pueden elevar notablemente el riesgo de contagio. No obstante, tan importante es llevar mascarilla como elegir bien el tipo que se usa, pues no todas protegen igual, y colocarla de forma correcta.

Las FFP2 son las más recomendadas

A lo largo de la pandemia han surgido mascarillas de todo tipo: tela, higiénicas, quirúrgicas, EPI, con válvula o sin ella, de diferentes colores… Sin embargo, hay unas que el científico José María Lagarón, investigador del Instituto de Agroquímica y Técnica Alimentaria (IATA-CSIC), recomienda por encima del resto: las FFP2. Él mismo es el creador de las mascarillas de este tipo patentadas por el CSIC. Guadalupe Fontán, enfermera del Consejo General de Enfermería, coincide plenamente con él. “Las que más protegen son las FFP2 o FFP3. Si te las puedes permitir, son las más seguras”, expresa en el diario NIUS.

Lo cierto es que el uso de estas mascarillas se ha extendido después de que los expertos las recomendaran en espacios interiores debido a su elevada capacidad filtrante, del 95%, y su alta eficacia contra los aerosoles, elementos muy peligrosos en la propagación de la COVID-19. Además, suelen proporcionar una protección bidireccional, por lo que evitamos contagiar y que nos contagien.

El principal problema de este producto es su elevado coste, ya que su precio individual puede rondar los 2 o 3 euros y no todos pueden permitírselas. Pero José Luis Jiménez, profesor de Química y Bioquímica de la Universidad de Colorado (EE.UU.) experto en aerosoles, tranquiliza a quienes se encuentren con este problema, afirmando que, en general, todas las mascarillas protegen. “Las mascarillas, sean quirúrgicas o FFP2, están diseñadas de manera que tienen una eficacia de filtración muy alta. Utilizan muchas capas de fibras entrelazadas, lo que las hace más filtrantes. Y tienen un campo eléctrico que atrae a todas las partículas, desde las más grandes hasta las más pequeñas. Este mecanismo se llama atracción electroestática”, alega.

Además, Jiménez da más importancia al uso correcto de la mascarilla que al tipo que se use: “Los aerosoles no son proyectiles que hay que parar, están en el aire que se cuela tranquilamente por los huecos de la mascarilla si no va ajustada. Hay que llevarla siempre al hablar, y no digamos al gritar. Al hablar se emiten diez veces más aerosoles que al respirar, y al gritar se emiten 50 veces más”. En este sentido, Guadalupe Fontán, señala el fallo de las mascarillas higiénicas, ya que “no tienen ajuste estanco, y pueden salir los virus, porque son partículas muy finas”.

Escepticismo de algunos expertos

Sanidad lanzó este lunes su campaña de Navidad contra el coronavirus con un vídeo en el que se muestra a una familia reuniéndose para cenar respetando la distancia de seguridad y usando la mascarilla correctamente. Además, los más jóvenes se alejan de dos ancianos, que cenan en otra habitación para estar protegidos.

El spot ha recibido halagos, pero también críticas. Por un lado, están quienes consideran que puede incentivar a los ciudadanos a cumplir las recomendaciones sanitarias y, por otro, quienes opinan que promueve comportamientos difícilmente sostenibles en el interior de los domicilios. Entre estos últimos se encuentra Elvis García, experto en epidemias y doctor en Salud Pública por la Universidad de Harvard. “No lo entiendo, ¿de verdad estamos esperando que la gente se reúna en casa para cenar en Nochebuena con la mascarilla puesta? ¡Vamos, hombre!”, exclamó este lunes en el programa ‘Al Rojo Vivo’ de laSexta.

En este sentido, indicó que la verdadera solución sería que los ciudadanos evitaran juntarse con gente de fuera de su hogar “ni en Nochebuena ni hoy”, así como mantener la distancia social y no estar en espacios cerrados. “Yo no veo que la gente en Madrid abra las ventanas para cenar en Nochevieja. No me parece lógico pensar que va a hacer eso ni hacer promoción de ese tipo de escenarios, que no son reales”, añadió, antes de criticar el “punto de insensibilización” de la ciudadanía con respecto a la pandemia.