El coronavirus, además de dejar secuelas de carácter físico, también han afectado desde el inicio de la pandemia a la salud mental tanto de infectados como del resto de la población. El aislamiento social derivado de los confinamientos, la ansiedad y el desempleo han motivado el aumento de estos casos.

En Japón, un país que ha conseguido controlar en buena medida la expansión del virus, las muertes por COVID en toda la pandemia alcanzan los 2.141 según los datos de la Organización Mundial de la salud. Unas cifras que en este pasado mes de octubre se han visto superadas, solo en ese mes, por los suicidios: 2.153 personas se quitaron la vida de forma voluntaria.

Desde 1978, el país asiático difunde de forma actualizada las tasas de suicidios en su territorio, algo que puede ser de mucha utilidad a los gobiernos en esta época de pandemia, con el fin de detectar aquellos grupos más vulnerables. "Ni siquiera tuvimos un confinamiento y el impacto del COVID es mínimo en comparación con otros países... pero aún vemos este gran aumento en el número de suicidios", asegura Michiko Ueda, experta en suicidios y profesora de la Universidad de Waseda a CNN.

La tasa de suicidios en Japón

La OMS sitúa la tasa de suicidios en el país del sol naciente como una de las más altas del mundo. En 2016 llegó a alcanzar los 18,5 fallecidos por cada 100.000 habitantes, mientras que la media mundial se encuentra actualmente en 10,6 personas fallecidas por esta causa por cada 100.000 habitantes. Por su parte, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (con datos actualizados a 2018), sitúa a Japón como el séptimo país con la tasa más alta (14,9), por detrás de Corea (23), Lituania (22), Letonia (18,1), Eslovenia (17,3), Bélgica (15,9) y Hungría (15,1).

Los factores que explican esta alta tasa son múltiples, pero en el artículo de CNN se destacan algunos como la presión escolar, el estigma cultural sobre la salud mental, unas jornadas laborales demasiado largas y el aislamiento social, generalizado ya antes de la llegada de la pandemia.

A pesar de estas cifras recientes, en los últimos 11 años la tasa de suicidios había disminuido hasta cifras mínimas, registrando en 2019 menos de 20.000 fallecidos por primera vez desde que el Ministerio de Salud recoge los datos.

Aumenta el número de suicidios femeninos

La pandemia, pese a no golpear con tanta fuerza a Japón, ha provocado que la tasa de suicidio se incremente, especialmente en la población femenina. Respecto al mismo mes de octubre del año pasado se han incrementado un 83%, por el 22% en los hombres en el mismo periodo de tiempo.

Los motivos, aseguran, pueden estar basados en que las mujeres constituyen el núcleo principal de la hostelería y los servicios de alimentación en Japón, por lo que se han visto afectadas en mayor medidas por las restricciones y sus consecuencias. Todo ello sumado a que han tenido que cargar con el peso, de forma mayoritaria, del cuidado de los hijos cuando todo estaba parado.

"Japón ha estado ignorando a las mujeres. Esta es una sociedad en la que las personas más débiles son cortadas primero cuando sucede algo malo", afirma Eriko Kobayhasi, una mujer de 43 que intentó suicidarse en cuatro ocasiones. Según un estudio realizado por la organización CARE, un 27% de las mujeres estaba sufriendo problemas de salud mental por culpa de la pandemia, respecto a un 10% de los hombres.

El suicidio en personas jóvenes

Según los datos del Ministerio de Sanidad nipón, la principal causa de muerte de las personas entre los 15 y los 39 años no es otra que el suicidio. Es una tendencia que habían empezado a crecer ya antes de la llegada del virus.

Sin embargo, las situaciones extremas generada por el coronavirus ha aumentado el estrés y la ansiedad de los jóvenes, que se ven obligados a recurrir a líneas de ayuda por abusos en el hogar, unas vidas familiares complicadas o el aislamiento social.

El 'efecto cadena' de los suicidios en famosos

En los últimos meses varios son las celebridades japonesas que se han quitado la vida. A pesar de que los medios locales apenas dan detalles de los motivos o el método utilizado, el simple hecho de informar sobre los casos provoca un aumento de los suicidios a nivel general, indica Ueda.

Así fue el caso de la luchadora profesional Hana Kimura, que se quitó la vida a los 22 años después de ser bombardeada en redes sociales con mensajes de odio durante el verano. Su madre, Kyoko Kimura, relata a CNN que considera que la información de los medios pudo afectar a que otras personas sintieran impulsos suicidas. "Cuando murió Hana, le pedí repetidamente a la policía que no revelara ninguna situación concreta de su muerte, pero aún así, veo el reporte de información que solo la policía conocía. Es una reacción en cadena de dolor".