Vacuna de la neumonía: quién debe ponérsela y cuánto tiempo es efectiva
Esta enfermedad produce dificultad para respirar y es más grave en bebés y menores de 2 años, mayores de 65 años y personas con el sistema inmune debilitado.
La pandemia de la COVID-19 está acaparando toda la atención de científicos, autoridades sanitarias y gobiernos, provocando daños colaterales que deberían evitarse. No hay que olvidar que existen otras enfermedades peligrosas que, si bien tienen cura, pueden tener resultados devastadores si se ignoran. Una de ellas es la neumonía, una infección causada por bacterias, virus u hongos que produce dificultades para respirar debido a que los pulmones se inflaman y se llenan de líquido o pus. Es más grave en bebés y niños pequeños, personas mayores de 65 años, y personas con problemas de salud o sistemas inmunitarios debilitados.
La neumonía es la principal causa de mortalidad infantil en menores de 5 años. El año pasado, esta enfermedad se cobró la vida de 800.000 niños en todo el mundo, o, lo que es lo mismo, uno cada 39 segundos. Por su parte, en España causa alrededor de 9.995 ingresos anuales en adultos, siendo el 72% mayor de 65 años. La tasa de letalidad en este grupo de edad es del 9,5%.
Vacunación eficaz y segura
Afortunadamente, la vacunación contra esta enfermedad es muy eficaz y segura para prevenirla. Además, puede ayudar también a proteger al organismo de la enfermedad neumocócica o todas aquellas provocadas por las bacterias conocidas como Streptococcus pneumoniae.
La vacuna contra la neumonía se recomienda especialmente a bebés y niños menores de 2 años, adultos mayores de 65 años, personas que tienen problemas de salud a largo plazo o crónicos, individuos con un sistema inmunitario debilitado y adultos fumadores, ya que podrían haber dañado los pequeños cabellos que recubren el interior de los pulmones. Asimismo, aconsejable que se la pongan personas con problemas de consumo de alcohol, ya que sus glóbulos blancos (que combaten las infecciones) no funcionan del mismo modo que el de las personas con un sistema inmunitario saludable. También es adecuado para quienes se someten a una cirugía o padecen una enfermedad grave.
Dos tipos
Según explica la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología, actualmente existen dos tipos de vacuna antineumocócica en uso: la vacuna de polisacáridos (VNP) y las vacunas conjugadas (VNC).
La vacuna de 23 polisacáridos (VNP 23v) “induce una respuesta independiente de las células T en el 80% de adultos sanos, no apreciándose efecto de recuerdo (booster) tras la administración repetida de dosis”. Apenas tiene poder inmunógeno en niños menores de 2 años, por lo que se usa más para los adultos. Su administración en adultos consiste en una dosis única de 0,5 ml vía IM. No obstante, se recomienda administrar una segunda dosis a pacientes con riesgo elevado de padecer infección por neumococo, una vez transcurridos 5 años desde la primera inmunización. Una de sus principales limitaciones es que “genera una protección vacunal de duración limitada (3-10 años)”.
Por su parte, las vacunas conjugadas se pueden administrar a bebés de más de seis semanas y producen “una respuesta T-dependiente, lo que consigue mayor robustez en la respuesta inmune y genera memoria inmunológica, al contrario que las vacunas de polisacáridos no conjugadas”.
No obstante, aun recibiendo alguna de estas inyecciones, existen posibilidades de que una persona pueda contraer neumonía. Cada una de las vacunas tiene una efectividad del 50% al 70%. La eficacia también varía según la edad y la fortaleza del sistema inmunitario del paciente.
Efectos secundarios
Como muchas vacunas, estas contra la neumonía pueden provocar efectos secundarios, entre los que se incluyen fiebre entre 37°C y 38°C, irritación, enrojecimiento o hinchazón donde se administra la inyección, así como otros signos que pueden variar según la edad del paciente. Además, los adultos mayores pueden sentir dolor donde recibieron el pinchazo, así como dureza o hinchazón. Las personas de todas las edades con alergias a ciertos ingredientes de la vacuna pueden tener algunas reacciones alérgicas graves.