Voluntarios revelan los efectos secundarios de la vacuna de Pfizer
La vacuna cuenta con un 90% de efectividad y está probada en 43.500 personas que indican que los efectos son similares a los de la gripe o una resaca.
La vacuna de Pfizer se ha convertido en los últimos días en un nuevo rayo de esperanza para acabar con esta pandemia del coronavirus. También es el mayor reclamo de todos los países, quienes esperan empezar a vacunar a su población a principios del próximo 2021 -España estima que podrá disponer de 20 millones de dosis para vacunar a 10 millones de personas-. La compañía estadounidense a cargo de esta vacuna, junto a la alemana BioNTech, anunció hace tan sólo unos días que tenía un 90% de efectividad contra la COVID-19. La fase 3 de esta vacuna contó con 43.500 voluntarios de seis países diferentes.
Ahora, algunos de los participantes en los ensayos de esta vacuna han revelado los efectos secundarios que han ido notando a lo largo de los días. Todos los participantes recibieron dos dosis, aunque sin saber si habían recibido la propia vacuna o, por el contrario, un placebo. Entre los efectos más comunes se encuentran la fiebre, el dolor de cabeza y el dolor generalizado del cuerpo, lo que alguno lo ha comprado con tener una fuerte resaca después de una noche de fiesta.
Los efectos se comparan con los de una gripe o una resaca
En una entrevista a la CNN, el medio recoge a varias personas que participaron en los ensayos clínicos. Uno de ellos recibió la vacuna entre los días 5 y 26 de agosto, sintiendo con la segunda de las dosis unas “reacciones adversas” en su cuerpo como escalofríos o dolores articulares, aunque admite no haberse preocupado en ningún momento por su estado. “Con el anuncio hecho esta semana, siento que el esfuerzo ha merecido la pena”, confesó el voluntario que, con los efectos secundarios, fue consciente de que había recibido la vacuna y no un placebo.
Carrie, una estadounidense de 45 años, también sintió efectos secundarios, aunque ya desde la primera dosis. En su caso, empezó a sentir fiebre, dolores de cabeza y malestar en general, como si de una gripe se tratara. La situación se intensificó con la segunda dosis, aunque admite que no fue “nada destacable”. “La idea de hacer algo para evitar más sufrimiento, impedir que las familias sigan perdiendo a sus seres queridos y tratar de volver a una cierta normalidad en nuestras vidas fue un factor determinante para que me decidiera. No quiero que nadie más enferme”, explicó la voluntaria, quien dijo sentirse “muy orgullosa”.
Glenn Deshields, procedente de Texas y de 44 años de edad, comparó los efectos secundarios de la vacuna de Pfizer con una “fuerte resaca” después de una noche de fiesta. El voluntario cree que recibió la vacuna real y no un placebo, además, dio positivo en la prueba de anticuerpos contra el coronavirus.