Las embarazadas pueden tener síntomas de coronavirus durante dos meses
Un estudio realizado por un equipo estadounidense concluye que el tiempo medio para que la sintomatología de la COVID-19 desaparezca fue de 37 días.
Un reciente estudio realizado por un equipo estadounidense ha revelado que las mujeres embarazadas infectadas con COVID-19 pueden tener síntomas durante dos meses o más. Aunque el tiempo medio para que estos desaparecieran fue de 37 días. “Las personas embarazadas con COVID-19 pueden esperar tener síntomas durante un tiempo más prolongado” y estos “pueden tener un impacto significativo en la salud y el bienestar”, avisa la autora principal Vanessa Jacoby, de la Universidad de California, San Francisco (UCSF).
La investigación, publicada el 7 de octubre en Obstetrics & Gynecology, incluye a 594 mujeres embarazadas y positivas en el virus, de las cuales muy pocas habían sido hospitalizadas, pues “el 95% eran pacientes ambulatorios”. La media de edad era de 31,3 años. Los resultados fueron que la mitad de las mujeres que participaron afirmaron seguir enfermas después de tres semanas, mientras que el 60% dejó de presentar síntomas a las cuatro semanas y “una cuarta parte (25%) de los participantes que dieron positivo en la infección por SARS-CoV-2 tuvieron síntomas persistentes 8 o más semanas después del inicio”, según detalla el artículo.
Síntomas diferentes
Además de durar más, los síntomas en las personas embarazadas se manifiestan de forma diferente al resto de la población. Los investigadores encontraron varios síntomas comunes de COVID-19, pero también vieron que los síntomas relacionados con el virus se complicaban por la superposición de síntomas de un embarazo normal, como náuseas, fatiga y congestión.
Por otra parte, la fiebre era poco habitual, pese a ser un rasgo distintivo de este virus. Fue un síntoma inicial solo en un 12% de las pacientes y estaba presente en solo un 5% tras una semana de enfermedad. Otros síntomas de la COVID-19, como la tos, anosmia, fatiga y disnea, persistían en una proporción pequeña pero significativa durante un máximo de dos meses.
“Los primeros síntomas más prevalentes en la cohorte de pacientes que dieron positivo a la infección por SARS-CoV-2 fueron tos (20%), dolor de garganta (16%), dolores corporales (12%), y fiebre (12%)”, esclarece el análisis. Otros síntomas incluían falta de aliento, goteo nasal, estornudos, náuseas, dolor de garganta, vómitos, diarrea o mareos.
“A pesar de los riesgos potenciales de COVID-19 para las personas embarazadas y sus recién nacidos, hay grandes lagunas en nuestro conocimiento sobre el curso de la enfermedad y el pronóstico general”, reconoce Yalda Afshar, de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) y otra de las autoras del estudio, quien considera que “estos resultados pueden ayudar a las embarazadas y a sus médicos a entender mejor qué esperar de la infección”. Jacoby, por su parte, señala que estos resultados son solo una primera instantánea y esperan realizar análisis más detallados en los próximos meses.
Un proyecto muy urgente
El trabajo forma parte de un proyecto estadounidense llamado Pregnancy Coronavirus Outcomes Registry o PRIORITY cuyo objetivo es construir una base de datos de embarazadas con COVID-19 para realizar un seguimiento de sus síntomas y de sus bebés hasta un año tras el embarazo.
“El trabajo que normalmente nos llevaría tres meses lo hicimos en dos semanas y media”, cuenta Jacoby en National Geographic. “Consideramos que era algo muy urgente”, añade, porque el embarazo causa cambios relevantes en el funcionamiento del cuerpo humano, como la depresión del sistema inmunitario, y lo hace más vulnerable a algunas enfermedades infecciosas. Además, la gestación también altera los pulmones de dos maneras. Cuando el útero se expande, presiona el diafragma, reduciendo la capacidad respiratoria de una persona. Por su parte, el feto también aumenta la demanda de oxígeno del cuerpo. Estos dos efectos hacen que la situación de los pulmones de las personas embarazadas sea más delicada.