Coronavirus

Un participante en la vacuna de AstraZeneca y Oxford sufre un trastorno neurológico

Es el segundo voluntario que tiene una reacción adversa. Los investigadores han revisado el caso y afirman que no tiene que ver con la dosis recibida.

Un participante en la vacuna de AstraZeneca y Oxford sufre un trastorno neurológico
VINCENZO PINTO AFP

Nuevas complicaciones en los ensayos clínicos del proyecto de vacuna en la que está trabajando la farmacéutica AstraZeneca en colaboración con la Universidad de Oxford. Según informa The New York Times, la compañía británica ha alertado sobre las consecuencias que ha originado en otro participante en las pruebas. Este voluntario ha tenido “síntomas neurológicos sin explicación”, indica el artículo.

Este incidente se suma al de otra persona que participó en los ensayos y que padecía una “enfermedad potencialmente inexplicable”. Los dos casos obligaron a los investigadores de la vacuna contra la COVID-19 a parar las pruebas que estaban llevando a cabo en la última fase de los ensayos entre humanos para realizar las convenientes revisiones. Así, se comprobó que las dos mujeres empezaron a mostrar síntomas de una enfermedad neurológica, que posteriormente se diagnosticó como mielitis transversa. Según informa el citado medio neoyorquino, en el primer caso la persona en cuestión padecía esclerosis múltiple, mientras que la segunda fue hospitalizada y por tanto obligó a paralizar los ensayos a principios de septiembre.

Sin embargo, tras realizar los pertinentes análisis, AstraZeneca explica que los problemas de salud que presentan los dos voluntarios no tienen nada que ver con la vacuna en ninguno de los dos casos. “Se ha considerado poco probable que estas enfermedades estén asociadas a la vacuna o bien que no había pruebas suficientes para decir con certeza que las enfermedades estaban relacionadas o no con la vacuna”, señalan desde la farmacéutica.

No se han reanudado los ensayos en Estados Unidos

Tras descartar que las enfermedades neurológicas tuvieran que ver con la vacuna, AstraZeneca reanudó los ensayos en el Reino Unido, la India, Brasil y Sudáfrica, pero no así en Estados Unidos. De hecho, según informa la CNN, desde el país norteamericano los expertos han mostrado su preocupación por un proceso de pruebas que no consideran que esté siendo transparente y por eso han pedido que aumente la comunicación entre los investigadores y los voluntarios, así como se incremente la claridad en la transmisión de información a la opinión pública.

La potencial vacuna en la que trabajan AstraZeneca y la Universidad de Oxford es una de las consideradas más avanzadas entre todas las que están en desarrollo en todo el mundo. Actualmente está en la fase 3 de los ensayos clínicos y de ser exitosa esta etapa recibirá la autorización para poder suministrar su dosis a la población.

En este periodo de pruebas están participando un total de 18.000 personas y según han indicado los expertos es normal que entre alguno de ellos se produzca una reacción adversa. De hecho, los científicos han asegurado que infunde confianza que los responsables de la vacuna interrumpan sus ensayos para analizar estas complicaciones, porque eso transmite confianza tanto a la ciencia como a la sociedad, puesto que demuestra que se está siendo escrupuloso en el desarrollo de la vacuna.

España recibirá 30 millones de dosis de la vacuna de AstraZeneca

Puesto que el avance de la investigación es patente, los diferentes Gobiernos ya se han movido para cerrar acuerdos con AstraZeneca. Por ejemplo, la Unión Europea firmó la compra de 400 millones de dosis de la vacuna, de las cuales España se ha asegurado 30 millones. De hecho, de ser exitosa la vacuna, el Gobierno de Pedro Sánchez planea empezar a vacunar a los primeros grupos poblaciones en el mes de diciembre.