Cenar en un restaurante puede aumentar notablemente el riesgo de contagio
Un estudio estadounidense revela que la mayoría de los participantes que habían dado positivo en coronavirus afirmó haber comido fuera de casa.
Comer o tomarse algo fuera de casa podría suponer un mayor riesgo de contraer la COVID-19 que viajar en transporte público o cortarse el pelo en una peluquería, según ha revelado un nuevo estudio de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés).
Para realizar el estudio, los investigadores analizaron a 314 adultos habían presentado síntomas y se sometieron a la prueba de COVID-19 en uno de los 11 centros de atención médica en Estados Unidos. Del total, 154 dieron positivo y 160 negativo. Al ser entrevistados, los que habían dado positivo “tenían aproximadamente el doble de probabilidades que los participantes de control de haber informado haber cenado en un restaurante en los 14 días antes de enfermarse”, recoge el análisis.
Los datos revelaron que un 42% de los adultos que dieron positivo afirmaba haber tenido contacto cercano con al menos una persona que se sabía que tenía COVID-19, en comparación con el 14% de los que dieron negativo. Muchos de los contactos cercanos, el 51%, eran miembros de la familia. Por otra parte, el 71% de los adultos contagiados informó que siempre usaba mascarilla en público, mientras que en los que dieron negativo el porcentaje ascendía a 74%.
Cuando los científicos excluyeron a las personas que tenían un contacto directo contagiado, también encontraron que los que dieron positivo tenían casi tres veces más probabilidades de notificar que habían cenado en un restaurante, y casi cuatro veces más probabilidades de reconocer haber ido a un bar o cafetería. Ninguna otra actividad de la encuesta se relacionó con un mayor riesgo de COVID-19. Estos resultados son propiciados por el hecho de que “las mascarillas no se pueden usar de manera efectiva mientras se come y se bebe”, mientras que ir de compras o acudir a la peluquería no excluye su uso.
Limitaciones
Los investigadores reconocen que el estudio tiene una serie de limitaciones, ya que no tomaron en cuenta algunos factores, como si los participantes cenaron en el interior de un establecimiento o al aire libre, o cómo obtuvieron sus bebidas aquellos que informaron haber visitado bares y cafeterías. De la misma forma, los autores admitieron que su grupo de muestra puede no ser representativo de todo el país, y que conocer su diagnóstico pudo “haber influido en sus respuestas a las preguntas sobre exposiciones comunitarias y contactos cercanos”.
Por su parte, la Asociación de Funcionarios de Alimentos y Medicamentos (AFDO) emitió una respuesta al estudio de los CDC el jueves en la que también señalaba algunas de sus limitaciones, como, por ejemplo, que los 10 estados que figuran tenían restricciones muy diversas en cuanto a los restaurantes. Además, las medidas de control a nivel general variaban mucho en esas comunidades. Tampoco quedaba claro en el informe si las personas que decían ir a restaurantes y bares “estaban en la comunidad con mayor frecuencia en general, lo que aumentaba su riesgo de exposición”.
Comida a domicilio, lo más seguro
Ante la reactivación de las actividades en el interior de los restaurantes, los CDC publicaron una serie de pautas para aumentar la seguridad de los clientes, señalando de menor a mayor riesgo estas actividades.
En primer lugar, apuntaron que los servicios de comida a domicilio, comida para llevar y recogida en acera son los que menor riesgo tienen de contagio. Las cenas que se consumen en el exterior, aunque se mantenga la distancia de seguridad, tienen un riesgo más alto de contagio. Un peligro que aumenta considerablemente cuando esta actividad se traslada al interior del establecimiento. Por último, el mayor riesgo lo tienen aquellos restaurantes en los que no se ha reducido el aforo y no se puede mantener la distancia de, al menos, dos metros.