Estas son las ideas que puede adoptar España para proteger a los estudiantes del coronavirus
Mientras las clases se ido retomando por todo el mundo, en España crece la preocupación entre padres y profesores ante el inminente inicio escolar.
Conforme avanza el verano, aumentan la preocupación y la incertidumbre por el inicio del curso escolar. El principal aspecto que inquieta es el de recuperar las clases presenciales ante el riesgo de que los colegios se conviertan en focos de infección. También molesta la falta de una propuesta común del Gobierno para todos los territorios de España. La ministra de Educación, Isabel Celaá, y las comunidades lanzan continuos mensajes tranquilizadores asegurando que se puede garantizar la vuelta a las clases de forma segura. Pero muchos profesores y padres se muestran escépticos ante estas afirmaciones y consideran que será un desastre. Algunos, incluso, amenazan con no llevar a sus hijos al colegio.
Mientras tanto, en otros países del mundo ya se han retomado las clases, lo que permite fijarse en las diferentes medidas que se han establecido.
El modelo alemán, muy parecido
El plan que ha seguido Alemania para iniciar su curso escolar es muy similar al que estudia España, ya que en ambos países resulta clave reducir al mínimo el contacto para que, en caso de detectar un positivo, sea suficiente con aislar el grupo al que pertenece, sin tener que cerrar todo el centro. De esta forma, en Berlín, los niños este año no entran todos a la misma hora, para evitar aglomeraciones en la puerta. Por su parte, solo en Renania del Norte-Westfalia la mascarilla es obligatoria en las aulas. En general, los alumnos deben llevarla en pasillos y patios, pero pueden quitársela cuando se sientan.
En lo que concierne a otros países europeos, destaca que Escocia se ha centrado en las medidas de higiene y controles, pero no ha fijado un distanciamiento mínimo entre alumnos, aunque sí entre ellos y los profesores, de al menos dos metros, siempre que sea posible. Finlandia, por su parte, sí establece la distancia de dos metros entre los estudiantes. Y para asegurarse de que se respeta, los grupos se han reducido a 15-17 alumnos por clase en varios centros.
Resto del mundo
En Tailandia, el jueves los colegios recuperaron su horario normal después de un periodo de adaptación que comenzó en julio. Durante este mes y medio, los alumnos tuvieron que mantener 1,5 metros de distancia y estar en una especie de cubículos de plástico que servían para separar los pupitres. Ahora, la separación ya no es necesaria, pero se seguirán realizando controles de temperatura y los estudiantes presentarán un informe sobre dónde estuvieron el día anterior al salir de clase.
En América se recogen todas las modalidades de asistencia. En Uruguay, por ejemplo, es opcional. En caso de asistir, además de las medidas habituales, se redujo a cuatro horas el tiempo de permanencia en la escuela. Aunque la semana pasada se elevó a seis en secundaria. Los grupos de alumnos, divididos en dos o tres, se alternan para ir a clase y se trata de completar la enseñanza de forma online. En el condado de Cherokee, en Estados Unidos, también se ha optado por un plan híbrido. Los padres eligieron si volver a clase o seguir el curso online, opción que tomó el 20%. Aquí, a los asistentes no se les exigen distancias mínimas, ni controles de temperatura, responsabilidad de las familias, ni uso obligatorio de mascarilla para los alumnos, aunque sí para los profesores si la distancia no es posible.