Margarita del Val: "Las medidas se tienen que endurecer muy potentemente"

La cifra de contagios por coronavirus se ha disparado en España a causa de los más de 120 rebrotes que han surgido en el país desde que se levantó el estado de alarma. Este jueves, se registraron 580 contagios en 24 horas, casi 200 más que el miércoles, cuando se contabilizaron 390. Una cifra que no se alcanzaba desde hace cerca de dos meses.

El 70% de estos casos se concentran en Aragón y Cataluña, con 408 positivos entre ambos, que ya han aplicado estrictas medidas de aislamiento y confinamiento de parte de su población para tratar de controlar los graves brotes que afectan a sus regiones.

Margarita del Val, viróloga e inmunóloga del CSIC, ya avisó hace unas semanas de que era imposible saber qué brote se iba a descontrolar. Y hoy ha repetido esta máxima en el programa "Hoy por Hoy": "Este virus a veces contagia mucho y otras muy poco. La media de que cada persona contagia a tres es variable. Hay personas que no contagian a nadie y otras que contagian a muchas. Por eso no sabemos cuál es el brote que se va a descontrolar. Es muy difícil predecirlo". Además, el hecho de aumente el número de brotes, también aumenta el riesgo de que alguno se descontrole.

Se necesitan medidas más duras

Debido a esta incertidumbre del Val confiese estar muy “preocupada” por la situación. Y es que hay algunos brotes que ya están bastante descontrolados “puesto que han llegado al nivel de que los sistemas sanitarios han necesitado apoyo, han dado la alerta y se han hecho hospitales de campaña donde ya se han derivado pacientes”. Por otra parte, también ha destacada que los números de esta semana, aunque no aumentan tanto, recuerdan a los de las primeras semanas en marzo: “Así que no estamos muy lejos de poder llamar a esto una oleada”, confirma.

Estos acontecimientos, según la experta, son "una clara señal de que las medidas se tienen que endurecer muy potentemente o a nivel de la población o a nivel de las autoridades". Por eso ha considerado oportuno recordar a las administraciones que la intervención para evitar los contagios “cuanto más temprana, menos dolorosa”, porque antes se acaba y menos consecuencias tiene.

En esta línea, ha indicado que "las grandes ciudades son siempre difíciles" y que son esos brotes los que se están extendiendo. Por ello, reclama que, si no se restringe todo el país, "hay que restringir fuertemente algunos sitios. Si la población no lo ha hecho por sí sola, habrá que hacerlo". Porque, como destaca, hay personas que todavía no están del todo concienciadas: “Siempre ha habido gente muy convencida, muy solidara y respetuosa con los demás. Pero este virus requiere que seamos todavía más, porque si no se contagia”.

Por último, sobre la obligatoriedad del uso de la mascarilla, alaba la medida impuesta por gran parte de las comunidades autónomas: “Está claro que cuando uno va solo por la calle no la necesita, pero cuando te la estás poniendo y quitando se te olvida”. Como ejemplo puso al rey, quien, tras dar el discurso, se le olvidó volver a ponérsela. Por eso cree que una medida necesaria a la par que sencilla: "Si no lo hacemos por responsabilidad, hay que hacerlo por obligación".

Como punto positivo, ha resaltado que quizá ver que en otoño, al no tener la ventaja del aire libre e iniciarse las clases escolares, va a ser más duro “nos está sirviendo de refuerzo, de memoria y de entrenamiento para darnos cuenta de lo que es capaz este virus cuando nos relajamos”.

A modo de despedida, ha querido lanzar una petición a la ciudadanía: "Cuidemos a los que nos cuidan. Mucho cuidado con los sanitarios. No saturemos a los sistemas de salud".