La tasa de mortalidad en Madrid pudo ser el doble que la de Nueva York
Según un estudio, durante el pico de la pandemia en España, varios hospitales madrileños registraban una tasa cercana al 28%.
La Comunidad de Madrid fue una de las más afectadas durante el punto álgido de la pandemia en España. De hecho, es la que más contagios (72.695) y fallecidos (8.442) suma hasta el día de hoy desde el inicio de la emergencia sanitaria. Unos datos que reflejan las críticas situaciones vividas en algunos de los hospitales. Según el informe 'Curva pandémica COVID-19, sobrecarga sanitaria y mortalidad', Madrid habría tenido una tasa de mortalidad que duplicaba a la de Nueva York, el principal foco de Estados Unidos.
El trabajo, realizado por la Revista Científica de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias con información de la base de datos HOPE COVID-19, señala que esta tasa en los hospitales Clínico San Carlos y Severo Ochoa, desde el 6 de marzo hasta el 2 de abril, era de un 27,8% respecto de los pacientes que eran dados de alta, una cifra muy superior a la de Nueva York (10,2%) o China (1,4%).
Perfiles parecidos en Nueva York y Madrid
En el estudio, que contó con la colaboración de la Fundación Interhospitalaria para la Investigación Cardiovascular (FIC) y la Fundación Instituto para la Mejora de la Asistencia Sanitaria (IMAS), se analizaron 914 pacientes dados de alta, fallecidos o vivos, durante las fechas seleccionadas y los resultados fueron comparados con los de China y Nueva York.
En el caso de Madrid, la mediana de edad era de 67 años, de los que en el 58,6% de los casos fueron hombres. El factor de riesgo cardiovascular fue clave también en estas altas cifras, pues estaba presente en un 70% de los enfermos. La enfermedad fue más mortal entre los pacientes más mayores y con más comorbilidades. Un perfil similar al de los neoyorquinos, pero no así con el de China: más jóvenes y sin apena comorbilidades.
Falta de protocolos
Una de las principales causas de esta alta tasa de mortalidad se explica en la novedad de este coronavirus, del que cada vez se conocen más cosas pero que al principio de la pandemia apenas se conocían. Junto a ello, la falta de protocolos también hizo que se disparara la tasa. "Cuando el número de casos es desproporcionadamente elevado, eso repercute evidentemente en los resultados. Además, al principio de la pandemia el virus se conocía mucho menos que ahora mismo", señala Iván Núñez Gil, cardiólogo del Hospital Clínico San Carlos e investigador principal del trabajo.
De igual forma, también se destaca que en ese intervalo de tiempo Nueva York no había llegado todavía al pico de la pandemia, de ahí parte de la diferencia.