Coronavirus

El éxito de Noruega ante el coronavirus deja a las funerarias al borde de la quiebra

El país nórdico impuso medidas muy restrictivas para contener al virus. Así ha muerto menos gente que el año pasado. Los servicios fúnebres lo notan.

El éxito de Noruega ante la COVID-19 deja a las funerarias al borde de la quiebra
Jorge Ábrego EFE

Noruega es uno de los países de Europa que menos ha notado el coronavirus por el momento. Hasta ahora, suma 9.001 casos, solo 273 personas han fallecido por COVID-19 y 8.138 ya se han recuperado, dejando la cifra de casos activos en 610. El éxito del país nórdico se explica en una rápida actuación de las autoridades, que actuaron contra el virus sin miramientos y con contundencia.

El Gobierno noruego impuso las medidas más restrictivas que se recuerdan en el país el mismo día que se produjo la primera muerte por coronavirus. Así impuso un régimen de semiconfinamiento y cerró colegios, bares y la mayoría de espacios públicos, prohibió encuentros deportivos y culturales y redujo los viajes al extranjero. Todo encaminado a contener la epidemia y frenar la transmisión del patógeno, con unas condiciones muy distintas a las que marcó Suecia en su país.

En Noruega muere menos gente que el año pasado

Las estrictas medidas funcionaron y la tasa de mortalidad descendió. No sólo bajó el número de decesos por coronavirus, sino que el hecho de que la gente estuviera confinada y se paralizara la vida social y económica del país hizo que también cayesen el número de muertes por cualquier motivo. Noruega contabilizó un 6% menos de defunciones en el mes de mayo respecto a los datos del mismo mes en 2019. En junio, la cifra subió al 13%.

Las funerarias, en quiebra

Esto ha provocado que las funerarias se encuentren al borde la quiebra. Media docena de funerarias noruegas se han visto obligadas a pedir ayuda estatal, según se desprende de los registros público del país escandinavo. Una de las afectadas, la familia Lande tiene un negocio fúnebre que se ha mantenido entre generaciones. Aseguran no haber visto nunca nada igual.

“Cuando llegaron las medidas contra el coronavirus, resultaron ser eficaces no solo contra el coronavirus, sino también contra otros virus”, indica Erik Lande, responsable de la empresa. “Hasta tal punto que una parte de los ancianos y de los enfermos que habrían muerto en tiempos normales se han volatilizado”, agrega. El jefe de la funeraria explica que antes de la pandemia tenían unas 30 muertes al mes. Ahora, solamente 10.

Habrá 'recuperación' en otoño

Por eso, se han visto obligados a pedir ayuda pública para pagar costes fijos como el alquiler del local y el seguro, que se mantienen invariables haya las muertes que haya. Así, han recibido casi 32.000 coronas (unos 3.000 euros) de las arcas públicas para hacer frente a los problemas económicos y tesorería que se les han originado. Otra funeraria, que opera en el oeste del país, también ha sufrido el descenso de defunciones y se ha visto obligada a aplicar un ERTE a cinco de sus trabajadores y a recurrir también a las ayudas estatales. Sin embargo, la propietaria de esta funeraria sí ve la luz al final del túnel: “Seguramente nos recuperaremos en el otoño cuando la gripe y otras enfermedades de este tipo reaparezcan”, augura.