Los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) fueron un mecanismo al cual se acogieron miles de empresas en España debido al confinamiento decretado debido a la pandemia del coronavirus. Sin embargo, el ERTE no garantiza que la empresa vaya a seguir, ya que es posible pasar de él a un expediente de regulación de empleo (ERE), mediante el cual las compañías pueden despedir a los trabajadores.

En caso de que eso suceda, los trabajadores deberán recibir una indemnización por despido. Esa compensación se tendrá que cobrar recurriendo al Fondo de Garantía Social (FOGASA). Sin embargo, en algunos casos el cobro de las indemnizaciones puede tardar años, según el abogado laboralista Víctor Llanos, citado por Público.

Varias empresas apuntan al ERE

Un cálculo hecho por el Consejo General de Colegios de Gestores Administrativos en junio pasado proyecta que cerca de 52.000 empresas en España pueden transformar los ERTE por fuerza mayor en ERE antes de que termine este año. Esa decisión supondría que aproximadamente 300.000 personas pierdan sus puestos de trabajo.

El presidente del Colegio de Gestores Administrativos explicó, no obstante, que esa transformación se puede evitar si se toman las medidas necesarias: “Cuanto más se alarguen los plazos en los ERTE por fuerza mayor, siempre que se mantengan las ayudas iniciales, mayor número de negocios podrán resolver los graves problemas que ha provocado la pandemia”.

El pasado 25 de junio, el Gobierno central, la patronal y los sindicatos llegaron a un pacto para prolongar los ERTE hasta el próximo 30 de septiembre. La decisión permitió mantener después del 30 de junio todos los expedientes disponibles hasta ese momento, incluyendo el de fuerza mayor total.