Un agente de policía italiano está siendo investigado judicialmente por haber obligado a dos migrantes tunecinos detenidos en un centro de la ciudad siciliana de Agrigento a abofetearse el uno al otro. Los hechos se conocieron después de que se filtrase en redes sociales un vídeo que fue grabado presuntamente por uno de los internos del centro y que muestra claramente cómo el policía, después de agredir a los jóvenes, les obliga a gritos a darse tortazos mutuamente frente a otros cuatro agentes de policía y varios migrantes. Uno de los migrantes es menor de edad.

El policía agresor era el jefe del grupo destinado a este centro, que fue abierto hace poco para acoger a migrantes durante la pandemia. Los migrantes tunecinos, que según informó el periódico italiano Il Fatto Nisseno habrían intentado huir del centro, fueron rápidamente capturados por los agentes y conducidos de nuevo al centro. Allí, el policía golpeó a uno de los migrantes, y posteriormente le obligó a agredir al otro mientras le decía “Usted es un invitado y debe respetar la ley. Sea un hombre”. El vídeo, que tiene una duración de alrededor de un minuto, muestra también cómo el policía exige a uno de los migrantes que abofetee más fuerte a su compañero.

La aparición del vídeo en las redes sociales y su publicación en el medio italiano Meridionews motivaron que la fiscal de Agrigento Cecilia Bravelli abriese diligencias contra el hombre, al que acusó de un delito de abuso de medios de corrección. Según han informado algunos medios transalpinos, el agente no forma parte de la policía de Agrigento, sino que fue incorporado al cuerpo de seguridad del centro cuando este fue abierto.

Duras críticas de las ONG

Varias organizaciones no gubernamentales han denunciado los hechos, afirmando que el policía humilló a sabiendas y metódicamente a los jóvenes tunecinos, y subrayando que se trata de un acto agravado por el estatuto de menor de una de las víctimas. Por su parte, el Fórum Tunecino por los Derechos Económicos y Sociales ha calificado los hechos como “un ataque más a la dignidad de los migrantes tunecinos”. Estos grupos piden que se impute al agente cargos de violencia y abuso de poder.