En la red de seguridad que el Gobierno trata de tejer para los más desfavorecidos cuando arrecia la crisis económica post-coronavirus, el ingreso mínimo vital no es ningún salto al vacío. Al menos en lo que a nivel europeo se refiere, pues son varios los países del Viejo Continente que ya cuentan con prestaciones similares a la aprobada el viernes en el Consejo de Ministros.

Con diferencias en el número de beneficiarios, los modelos utilizados o la distribución, Francia, Países Bajos, Alemania, Finlandia, Polonia, Portugal, Reino Unido, Italia o Luxemburgo vienen entregando una cuantía básica a sus ciudadanos más vulnerables según un informe de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef).

Cálculo

Mientras que en España se han establecido 14 tipos de hogares en función de cuantos adultos y cuantos niños los integran, con cuantías desde los 462 a los 1.100 euros, en Francia y los Países Bajos se tiene en cuenta para el cálculo el Salario Mínimo Interprofesional. En Italia uno de los datos que se manejan es el umbral relativo de pobreza y en Alemania, Reino Unido, Portugal o Finlandia se combina según otras prestaciones recibidas por el destinatario.

Cuantía

En cuanto a las cantidades que se entregan, no se inflan demasiado porque son rentas pensadas para no desincentivar la búsqueda de empleo, sino para compaginar su percepción con otros ingresos. En Polonia el máximo que se puede percibir son 200 euros. En Luxemburgo, con una renta per cápita alta, el límite está en 2.000, el 70% del Salario Mínimo Interprofesional de ese país. 

Requisitos de acceso

Los requisitos que hay que cumplir para poder acceder a la prestación también cambian en función del país. En España, por ejemplo, hay que ser mayor de 23 años y haber residido el último año en el país, independientemente de si se tiene la nacionalidad o no. En Alemania se puede cobrar desde los 18 y en Luxemburgo, a partir de la misma edad pero con cinco años de residencia.