Concentraciones masivas en playas y bares de Estados Unidos
El país norteamericano, que cerró el día de ayer con 97.724 fallecidos por la COVID-19, sigue dejando imágenes de concentraciones sin respetar la distancia social.
Estados Unidos sigue dejando imágenes muy preocupantes con parte su población saltándose toda norma de distancia de seguridad contra el coronavirus. Mientras el país norteamericano remitió ayer 1.678 nuevos fallecidos para un total de 97.724 muertos en el país por la COVID-19, restaurantes, bares, parques, playas y el resto de los establecimientos están abriendo sin importar las medidas sanitarias que se deben tomar en la desescalada.
En al menos de 24 estados (de 50), la propagación del virus sigue descontrolada, según The Washington Post. Mientras Donald Trump, presidente de Estados Unidos, se niega a utilizar mascarilla en público, gran parte de la población tampoco se está tomando en serio las medidas de distancia social e higiene básica que se han tomado en todo el mundo como medidas básicas a falta de una vacuna.
Este fin de semana se vieron imágenes como una fiesta multitudinaria en el lago Ozarks (Missouri), donde un grupo descontrolado de gente se bañaba en la misma parcela de agua sin respetar ningún tipo de distancia de seguridad. Scott Pasmore, presentador de KTVK, afiliada de CNN, grabó el vídeo con un dron en Backwater Jacks Bar & Grill en Osage Beach, donde la piscina no paraba de acoger gente sin ningún tipo de limitación de aforo. En Missouri se anunció a principios de este mes que los restaurantes pueden ofrecer servicios de comidas, pero deben cumplir con el distanciamiento social y otras medidas preventivas de salud pública.
Fiesta de verano
Se trataba de una fiesta de verano (Zero Ducks Given Pool Party) donde el bar había anunciado medidas de seguridad para evitar una posible propagación del coronavirus. Aproximadamente 11.800 personas en Missouri han dado positivo por coronavirus y unas 680 han muerto por infección por COVID-19, según datos estatales.
Lyda Krewson, alcaldesa de San Luis (Missouri), consideró la fiesta como "irresponsable y peligrosa, un comportamiento de riesgo solo para tener un poco de diversión. Ahora, esas personas regresarán a su casa de San Luis o otros lugares del estado incrementando el potencial de nuevos casos positivos, hospitalizaciones y muertes”. Sin embargo por todo Estados Unidos se han visto imágenes similares, de fiestas multitudinarias saltándose toda distancia mínima cuando el país cuenta las horas para alcanzar las 100.000 víctimas mortales por el coronavirus.