La OMS explica las condiciones básicas para reabrir los colegios
La Organización Mundial de la Salud ha emitido un informe con las pautas para llevar una reapertura de las escuelas prudente, siempre tratando de evitar un rebrote.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), trabajando en colaboración con UNICEF y la Federación Internacional, han publicado un informe para orientar a los colegios sobre la prevención y el control de COVID-19 en las escuelas una vez vuelvan a recibir a los niños en sus aulas.
Hay que tener en cuenta que Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, ya ha advertido sobre los riesgos de reiniciar el curso escolar porque "no se sabe con exactitud la transmisión y la gravedad del coronavirus en los niños". Por ese motivo los países deben responder afirmativamente a estas cuestiones antes de llevar a cabo una reapertura total: ¿la epidemia está bajo control?, ¿el sistema sanitario puede hacer frente a un resurgimiento de los casos una vez se relajen las medidas? y ¿los sistemas de vigilancia son capaces de detectar y gestionar los casos de contagio y sus contactos?
En España el Gobierno ha decidido no reanudar las clases en este curso escolar, aunque sí podrán llevarse a cabo durante el verano horas de repaso con un número reducido de alumnos. Mientras, se estudian las opciones para iniciar el curso 2020-21 de la forma más segura posible. Para la OMS, "la decisión de cerrar, cerrar parcialmente o reabrir las escuelas debe guiarse por un enfoque basado entre el riesgo entre maximizar la educación y el beneficio en la salud para estudiantes, maestros, personal y la comunidad en general, en la ayuda a prevenir un nuevo brote de COVID-19 en el país".
Así UNICEF recuerda que para que los centros educativos puedan abrir, es necesario que lo hagan en condiciones de funcionamiento seguro. Esto supone un esfuerzo de recursos, dedicación y tiempo que implica a toda la comunidad educativa y que requiere del apoyo de las autoridades. Garantizar el funcionamiento seguro de la escuela mientras existe el riesgo de expansión del coronavirus puede alterar muchas de las rutinas diarias, desde los horarios, al tamaño de los grupos, pasando por las metodologías de aprendizaje o la selección de contenidos didácticos.
El informe de la OMS también remarca que a la hora de tomar la decisión de reabrir los colegios hay que tener en cuenta el conocimiento actual sobre la transmisión y gravedad de COVID-19 en niños, la situación local y epidemiologica de COVID-19 en el lugar donde se encuentran las escuelas y el entorno escolar y la capacidad para mantener las medidas de prevención y control de COVID-19. Además, los factores adicionales a considerar pasan por evaluar el daño que podría conllevar el cierre de la escuela (por ejemplo, riesgo de no volver a abrir, aumento de la disparidad en el nivel educativo, acceso limitado a las comidas, violencia doméstica agravada por incertidumbres económicas...), y la necesidad de mantener las escuelas al menos parcialmente abiertas para los niños cuyos cuidadores son "trabajadores clave" para el país. Incluye pautas básicas como:
-Mantener una distancia mínima de un metro entre los pupitres y adherirse a ese distanciamiento físico entre los alumnos. Limitar la mezcla de clases para actividades escolares y extraescolares y los tiempos de descanso compartidos.
-En el caso de mostrar cualquier síntoma como fiebre o malestar, informar a la escuela y no acudir a clase.
-Considerar la detección diaria de la temperatura corporal y los antecedentes de fiebre o sensación de fiebre en las últimas 24 horas.
-Asegurarse de que los estudiantes que hayan estado en contacto con un caso COVID-19 permanezcan en casa durante 14 días. Los funcionarios escolares deben notificar a las autoridades de salud pública en caso de un caso COVID-19 positivo.
-Informar a los padres sobre las medidas que la escuela está implementando y solicitar cooperación para reportar cualquier caso de COVID-19.
-Explicar a los estudiantes la razón de las medidas relacionadas con la escuela, incluida la discusión de las consideraciones científicas y destacando la ayuda que pueden obtener a través de las escuelas (por ejemplo, apoyo psicosocial).
-Verificar el estado de vacunación contra enfermedades prevenibles propensas a brotes (por ejemplo, el sarampión). Asegurarse de que haya un plan para ponerse al día con la vacunación si es necesario.
-Evitar el hacinamiento durante la recogida en la escuela o en la guardería y, si es posible, evitar la recogida por parte de familiares o comunidades más vulnerables (por ejemplo, abuelos).
Los niños, afectados con menos frecuencia
Los datos que maneja la Organización Mundial de la Salud sobre el efecto del coronavirus en niños indica que se ven afectados con menos frecuencia que los adultos y que la infección generalmente causa una enfermedad leve, aunque ha habido casos raros de enfermedad crítica. El papel de los niños en la transmisión sigue sin estar claro. Por lo tanto hay que tener muy en cuenta la situación local y epidemológica según cada lugar. Cuando las escuelas están total o parcialmente abiertas, se deben mantener las estrategias de prevención y control de COVID-19 y hay que tener en cuenta diversos factores individuales como la capacidad de transporte segura, la información local de la enfermedad, la cantidad de personal en riesgo de enfermedad grave, la posibilidad de reducir de forma segura el número de alumnos en las aulas pudiendo dar cabida a todos o la capacidad de abastecerse de productos contra el virus.
También en casa se debe llevar a cabo un seguimiento adecuado, midiendo la temperatura de los niños, acudiendo al médico si presenta síntomas sin ir a clase y concienciando, especialmente a los más pequeños de la necesidad de mantener las distancias sociales. Entre las opciones propuestas por la OMS, se encuentra la contratación de más personal docente para dividir las clases, la opción de ampliar el horario de la escuela secundaria, con algunos estudiantes y maestros que asisten por la mañana y otros por la tarde y evitar los tiempos de descanso compartidos.
Por último también añaden un apartado sobre el estudio desde casa, el método a seguir desde marzo. En ese caso será importante mantener la flexibilidad y modificar los enfoques según sea necesario, y garantizar el aprendizaje y el intercambio de buenas prácticas. También se necesita una colaboración inclusiva y temprana entre la escuela y la comunidad para desarrollar e implementar las medidas necesarias. Si la escuela telemática no es posible, se invita a los estudiantes a llevarse libros de texto a casa y utilizar la radio o la televisión para una enseñanza interactiva.