CORONAVIRUS

¿Cómo ha infectado el coronavirus a los animales?

Te contamos cómo ha afectado el COVID-19 a los animales. No hay evidencias de que lo transmitan pero hay varios que han dado positivo.

¿Cómo ha infectado el coronavirus a los animales?
JOSEPH EID AFP

El coronavirus será el gran protagonista de 2020. El virus, que tuvo su primer caso en China en noviembre, se ha expandido por todo el mundo y, actualmente, hay más de 1,2 millones de casos confirmados, con 76.500 muertes y 292.467 pacientes recuperados. Ha llegado incluso a los animales.

El virus, que se convirtió en pandemia, ha tocado muy de cerca a los animales. Incluso algunos de ellos han sido objeto de prueba de varios científicos para tratar de averiguar más datos sobre la enfermedad. No obstante, hay una máxima clara: no hay evidencias seguras de que los animales transmitan el COVID-19. Sin embargo, hay cuatro casos activos de animales que han contraído la enfermedad.

Se piensa que el coronavirus se generó a causa de la transmisión de un murciélago chino a un pangolín y, de éste, al ser humano. El comportamiento del medio natural sigue siendo indescifrable y el boomerang ha vuelto a los animales, esta vez a los felinos y a los perros. La Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) insiste en que "la propagación de actual del COVID-19 se debe a la transmisión de humano a humano", pero hay cuatro casos confirmados de animales con coronavirus.

De los perros de Hong Kong a la tigresa del Bronx

Los primeros casos confirmados de coronavirus en animales se dieron el pasado 26 de marzo. El Gobierno de Hong Kong confirmó que dos perros (un pastor alemán y una pomerania) habían dado positivo después de realizar la prueba a 17 perros y ocho gatos en casas de personas que habían sido infectadas por el virus.

El propio Gobierno puso en cuarentena a los animales y dio una serie de instrucciones a seguir para proteger a las mascotas: que los contagiados no mantengan contacto, mantener el ambiente limpio y lavarse las manos antes y después de sacarlos a pasear. El día 31 se confirmó un tercer positivo, de un gato, en la región.

Nadia, la tigresa malaya del zoo del Bronx en Nueva York, es el último animal en haber dado positivo. La Wildlife Conservation Society, entidad encargada de la gestión del zoológico neoyorquino, cree que el Nadia contrajo el virus a través de un cuidador del recinto, que aún no tenía síntomas en ese momento. El zoo permanecía cerrado desde el pasado 16 de marzo y ahora ha tomado medidas preventivas para que sus trabajadores no asuman más riesgos de los necesarios

Comportamiento incierto del virus en animales

El pasado 23 de marzo, las autoridades de Bélgica lanzaron un comunicado en el que se informaba de un caso sospechoso en un gato cuya dueña había dado positivo por COVID-19. Aseguraban que "había presencia de SARS-CoV2 en el gato", pero los elementos analizados no podían concluir que el animal tenía una infección vírica. Comportamiento extraño e incierto.

En China y en Estados Unidos, dos de los países que trabajan a contrarreloj en busca de una vacuna, ya han hecho varios experimentos con animales. El Instituto de Investigación Veterinaria de Harbin inoculó el virus en diferentes animales y, según sus resultados, "sólo se replicó de manera eficiente en hurones y gatos". También experimentaron con cinco gatos, a los que sacrificaron a los pocos días. Los resultados, inciertos. Ningún gato tenía los síntomas típicos, pero se produjo un contagio a un felino que estaba en la jaula de al lado. Se deduce que fue a través de gotas respiratorias.

William Karesh, director presidente del grupo de trabajo sobre enfermedades de la fauna salvaje de la OIE, publicó en su cuenta de Twitter un mensaje en el que aseguraba que había que mantener la distancia con los gatos como si fueran humanos. Precisamente él fue uno de los primeros en extender la opinión de que los animales y los humanos tiene una misma salud ("One Health") y simboliza la corriente que dice que, tanto animales como humanos, pueden transmitir el virus.

Los veterinarios, no obstante, apuntan que son casos puntuales y todas las asociaciones de animales -incluida la OIE- aseguran que no existe justificación alguna para tomar medidas relacionadas con las mascotas. El Centro de Control de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), en un informe del 4 de abril, informaba que la transmisión del virus animal-humano se producía "a través de secreciones respiratorias y/o material procedente del aparato digestivo".

Tan sólo parece haber una hipótesis clara: los animales no transmiten el coronavirus, pero sí pueden padecerlo. El virus, todavía desconocido por sus peculiares características, también afecta a los animales y su transmisión es tan indescifrable como la es en los humanos.