Un estudio sitúa de nuevo al pangolín detrás del coronavirus
La investigación vuelve a señalar a este animal mamífero típico de China y otros países asiáticos como posible huésped intermedio del COVID-19.
Un nuevo estudio científico vuelve a apuntar al pangolín como el animal que originó la pandemia del coronavirus. Se trata de una investigación liderada por Edward Holmes, un virólogo evolutivo de la Universidad de Sydney (Australia), y en ella se identifica a estos mamíferos como posibles huéspedes intermedios para el virus humano que se está extendiendo por todos los rincones del planeta.
"El papel que juegan los pangolines en la aparición del SARS-CoV-2 (la causa del covid-19) aún no está claro. Sin embargo, es sorprendente que los virus de este animal contengan algunas regiones genómicas que están muy relacionadas con el virus humano. El más importante de estos es el dominio de unión al receptor que dicta cómo el virus puede unirse e infectar células humanas", afirmó Holmes en declaraciones que recoge la agencia Europa Press.
Los responsables de la investigación han solicitado que se impida la venta de pangolines y otros animales salvajes en mercadillos para evitar que puedan trasmitirse nuevas enfermedades a los seres humanos. El pangolín, animal que se encuentra en peligro de extinción, es utilizado en China y otros países asiáticos como alimento y para la creación de medicinas tradicionales. “Los coronavirus claramente tienen la capacidad de saltar los límites de las especies y adaptarse a los nuevos huéspedes, lo que hace que sea fácil predecir que surgirán más en el futuro", asegura el documento que recoge la investigación.
Otras investigaciones
No es el primer estudio que señala a los pangolines como el ser que está detrás del origen del COVID-19. Una investigación de la Universidad Agrícola del Sur de China ya apuntó a la posibilidad real de que este animal hubiera podido ejercer como huésped intermedio del virus. Según sus conclusiones, la secuencia del genoma de la nueva cepa de coronavirus separada de los pangolines era 99% idéntica a la de las personas infectadas.