Tras el anuncio de Lydia Bosch sobre su recién diagnosticado cáncer de piel, te vamos a contar las diferencias entre el carcinoma de piel y el melanoma. Diagnósticos que cogidos a tiempo tienen un desenlace favorable. 

Son muchos los famosos que han padecido cáncer de piel, en diferentes niveles, desde el rey Juan Carlos I, Melanie Griffith, Hugh Jackman, de los más activos además para concienciar sobre el peligro del sol, los excesos en la piel y las consecuencias años después. 

Diferencias entre el carcinoma de piel y el melanoma

Preguntamos para Deporte y Vida a la doctora Pilar López Criado, jefa de Sección de Tumores de Pulmón, Cabeza y Cuello y Melanoma, y el doctor Alberto Conde Taboada, jefe del Servicio de Dermatología, ambos de MD Anderson Cancer Center Madrid.

¿Qué diferencias hay entre carcinoma de piel y melanoma?

El carcinoma es un tumor menos agresivo que el melanoma, sobre todo porque es muy raro que dé metástasis. El melanoma produce mayor mortalidad, porque aparecen metástasis con cierta frecuencia.

¿Cuál es la incidencia del carcinoma de piel? ¿Qué expectativas de curación hay?

El carcinoma, sobre todo el basocelular, es muy frecuente, es probablemente el tumor que aparece con más frecuencia en las personas de piel blanca. Cuando no se demora, el tratamiento es curable con una intervención quirúrgica adecuada.

¿Cuáles son los principales síntomas de alerta?

La forma de inicio más habitual es una herida que no cura y con el paso de las semanas puede sangrar o crecer.

¿Qué podemos hacer para prevenirlo?

Para evitarlo lo mejor es limitar las exposición solar, especialmente las quemaduras.

¿Cómo debemos afrontar un diagnóstico de este tipo?

Hay que tener en cuenta que los carcinomas basocelulares no suelen suponer un riesgo vital, porque es muy raro que den metástasis... No obstante, cuanto antes se trate, más fácil será lograr su curación porque, si se demora, pueden crear grandes úlceras y llegar a tejidos profundos.

Si es así, puede ser necesario una cirugía muy deformante y añadir radioterapia. En estos casos más agresivos o complejos, el trabajo en equipo (multidisciplinar) con dermatología, cirugía plástica, vascular y radioterapia, entre otras especialidades, es clave para mejorar el resultado final.

Además, en los últimos años, para los casos en que no se consigue un buen control con las técnicas previamente mencionadas (cirugía y radioterapia), hay terapias orales dirigidas que pueden controlar el tumor (inhibidores de hedgehog). Hay dos tratamientos de este tipo comercializados, pero solo se emplean, como decía, en los casos que no pueden controlarse con terapias locales.