Tener ojeras puede ser algo muy común, habitual, en determinadas circunstancias casi imposible de controlar. Pero las ojeras son también reflejo de nuestro estilo de vida, y a veces nos pone un espejo sobre lo que estamos haciendo mal. 

Las ojeras pueden ser genéticas, no hay casi nada que hacer para corregirlas en este caso, o pueden ser por alteraciones de sueño, alimentación, fatiga, estrés... La contaminación, la radiación solar también influyen en si tenemos ojeras o no.

Qué son las ojeras 

"Son una depresión formada en la zona medial del párpado inferior, que va desde la cresta lagrimal (canto interno del ojo), siguiendo la cuenca del ojo, hasta dónde empieza la pupila", nos cuenta a Deporte y Vida el doctor Javier Anido, médico estético y director médico de Anido Health and Beauty.

Cómo surgen las ojeras

"Hay que diferenciar entre alteraciones anatómicas y genéticas (se heredan de padres a hijos) son inherentes a la persona y hacen que gente muy joven ya tenga ojeras; y alteraciones por el estilo de vida, como una alimentación rica en productos salados y toxinas, que provoca retención de líquidos, bolsas y edema en los ojos", especifica.

"El estrés, la falta de horas de sueño y el hecho de pasar largas jornadas delante del ordenador, expuestos a la luz azul y obligados a forzar y fijar la vista constantemente, que provocan un aumento de la pigmentación en la zona (ojeras), así como que el músculo orbicular sea más prominente y se pronuncie más la depresión de las ojeras y una mirada cansada", destaca.

"Y, por último, algunos factores externos como la polución y la radiación solar, que dañan la piel del contorno de los ojos, que ya de por sí es más débil, fina y sensible, y provocan flacidez y manchas.

¿Se puede de verdad corregir una ojera?

"Podemos mejorar mucho su incidencia con un abordaje dual: cambiando nuestro estilo de vida y malos hábitos (haciendo una dieta sana y equilibrada, pobre en sal y toxinas, y rica en vitaminas y antioxidantes. Hacer ejercicio a diario que no sea extenuante. Utilizar filtros en las pantallas del ordenador, la tablet y el móvil, y gafas con cristales especiales que eviten el daño por la luz azul. Dormir las horas necesarias, moderar la ansiedad y el estrés con técnicas de relajación. Y utilizar contornos de ojos en formato gel, no grasos, y sustancias despigmentantes); y realizando una adecuada valoración clínica del paciente, eligiendo el producto adecuado y usando una técnica apropiada",. 

¿Influye la alimentación?

"Por supuesto. Hay alteraciones por el estilo de vida, como una alimentación rica en productos salados y toxinas, que provoca retención de líquidos, bolsas y edema en los ojos. Además, en una situación como la que estamos viviendo actualmente, de preocupación, incertidumbre y desasosiego, la gente está más estresada de lo habitual, descansa peor, come más grasas y azúcares para compensar de forma inmediata la ansiedad, e incluso fuma y bebe más alcohol. Lo que se traduce en más bolsas, ojeras y mirada cansada.

¿La cosmética externa ayuda?

Sí, siempre que se utilicen contornos de ojos en formato gel, no grasos, y con sustancias despigmentantes. También ayuda realizar un masaje de drenaje linfático en la zona durante un minuto todos los días antes de acostarnos y al levantarnos por la mañana.

Cuáles son las dificultades de los tratamientos de ojeras

"Las ojeras son una de las zonas más desafiantes para los profesionales por sus particulares características anatómicas y por los posibles efectos adversos. La alta vascularización de la ojera, así como la presencia de elementos nerviosos junto con la fragilidad y delgadez de la piel que la recubre, pueden dar lugar a hematomas u otros efectos adversos".

El mejor tratamiento para las ojeras: Redensity 2

Solo existe un producto, aprobado por la Agencia Española del Medicamento, que sea específico para tratar el contorno de los ojos: Redensity 2, de Teoxane. La fórmula de este gel combina una mezcla de ácido hialurónico reticulado (70%) y no reticulado (30%), con una concentración de 15 mg/ml de producto, dando como resultado un perfil reológico adecuado para rellenar esta zona.

Su comportamiento higroscópico es bajo y retiene poco agua. Además, por sus características, se ha observado que reduce en gran medida la probabilidad de inflamación y se le ha agregado una combinación de vitaminas, minerales y aminoácidos (complejo dermorestructurante con aminoácidos, antioxidantes, minerales y vitamina B6) para ayudar a mejorar la calidad de las estructuras dérmicas circundantes. Varios estudios avalan sus excelentes resultados de eficacia y seguridad, en pacientes bien seleccionados y utilizando una técnica adecuada.

La técnica: Se infiltra ácido hialurónico Redensity 2 entre el hueso y los panículos grasos para que no se vea y no se note, y así evitar un posible efecto Tyndall, que es cuándo el relleno queda superficial, la luz se refleja, y la ojera se ve todavía más oscura y azulada. El ácido hialurónico se va depositando en forma de abanico hasta que se corrige la depresión y luego se realiza un suave masaje para distribuir el producto dentro del canal ocular y asegurar que el relleno permanece en el lugar correcto.

Sesiones: una o dos, esperando un mes entre una y otra para dar tiempo a que el producto se consolide y rehidrate, y evitar así una sobrecorrección.

¿Qué consigue? Levantar la depresión que produce la ojera, aclara el tono oscuro y violáceo y una ‘revoluminización’ de la zona. Los resultados permanecen durante 8/10 meses.