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Dos errores que cometemos con la dieta que engordan (y no son tan obvios)

La calidad de la dieta no es el único factor que interviene a la hora de mantener un peso saludable ya que la ciencia aboga por contemplar otras variables como el horario de la comida.

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No solo es importante qué comemos, sino también cuándo lo hacemos basado en argumentos estrictamente metabólicos. Hemos detectado la presencia de un reloj periférico en nuestro tejido adiposo que, en función de los horarios, activa o desactiva genes que afectan a la ganancia o pérdida de peso", explica la doctora Marta Garaulet, catedrática de Fisiología de la Universidad de Murcia e investigadora en Brigham and Women's Hospital de la Universidad de Harvard (EEUU).

De hecho, una investigación liderada por Garaulet y publicada en la revista 'International Journal of Obesity', que analizó los los hábitos de 420 personas, concluye que las personas que hacen la comida principal después de las tres de la tarde perdían menos peso que las que comían antes de esa hora, comiendo lo mismo, haciendo el mismo ejercicio y durmiendo las mismas horas.

Así los que comieron sobre las 14:30 horas perdieron aproximadamente 12 kilos y los que lo hicieron pasadas las 15 horas perdieron sólo 8 kilos a lo largo de 20 semanas. “Del mismo modo, cenar tarde hace que puedas engordar más o que adelgaces menos consumiendo las mismas calorías que si las tomas a horas más tempranas", añade la experta.

Ingesta energética durante la noche

Un aspecto en el que también profundiza un reciente trabajo llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Ulster (Irlanda del Norte) y que ha sido presentado en la Conferencia Europea e Internacional sobre Obesidad (ECOICO 2020), que sugiere la existencia de una relación entre comer una mayor proporción de la ingesta energética (IE) diaria durante la noche, y tener una mayor ingesta energética total y una menor calidad de la dieta.

El trabajo, como en el caso de la investigación de Garaulet, responde a creciente interés en cómo el momento del consumo de alimentos puede influir en el metabolismo y otros procesos fisiológicos. Y es que las sensaciones de hambre siguen un fuerte patrón rítmico diario y suelen ser más intensas al final del día. Un fenómeno que podría influir tanto en el tipo como en la cantidad de alimentos que ingerimos.

Para este nuevo estudio los expertos seleccionaron un grupo de 1.177 adultos de 19 a 64 años de la Encuesta Nacional de Dieta y Nutrición del Reino Unido, utilizando datos que cubren los años 2012-2017. Los sujetos se dividieron en 4 grupos en función de la proporción de su IE diario consumido después de las 6 de la tarde, desde el más bajo con menos del 31,4%, hasta el más alto cuyo consumo nocturno representó más del 48,6% de su IE total.

Los autores encontraron una variación significativa en la IE total a través de los diferentes grupos, con los individuos en el cuartil más bajo de la IE nocturna consumiendo menos calorías en total durante el día que los de los otros tres cuartiles. La calidad de la dieta también difirió entre los cuartiles y los participantes que consumieron la mayor proporción de su IE por la noche, que tuvieron una puntuación significativamente peor en el Índice de alimentos ricos en nutrientes que los del resto de los grupos de muestra.

"Nuestros resultados sugieren que consumir una menor proporción de IE por la noche puede estar asociado con una menor ingesta diaria de energía, mientras que consumir una mayor proporción de la ingesta energética por la noche puede estar asociado con una menor puntuación de calidad de la dieta", asegura Judith Baird, del Centro de Innovación en Nutrición para la Alimentación y la Salud (NICHE) de la Universidad de Ulster

"El momento de la ingesta energética puede ser un comportamiento modificable importante a considerar en futuras intervenciones nutricionales. Ahora es necesario un análisis más detallado para examinar si la distribución de la ingesta energética y / o los tipos de alimentos consumidos por la noche están asociados con medidas de composición corporal y salud cardiometabólica", concluye.

Así pues, tanto el momento de hacer las diferentes comidas del día, como el hecho de que la ingesta calórica por la noche sea elevada suponen dos errores que van más allá de la calidad de la dieta y que hacen engordar, o no adelgazar tanto como se podría.